VII.
Excursión y vivienda de Arias Montano.
De los tiempos de Arias Montano y quizás escrito por el nos
llega a través de Manuel Moreno Alonso la descripción
alucinante de las grutas debajo de la Peña:
“El espiritu se
estasía en la contemplación desta Peña querida, con sus
maravillosas grutas, sus ventos y misteriosos lagos y sus
bulliciosas cascadas. … La entrada a la gruta la hemos
verificado por primera vez con mi paisano don Francisco de
Arce, médico-cirujano de Llerena; mi amigo don Diego Núñez,
…;mi otro paisano don Juan Arco de la Mota; con mi paje
Pedro de Valencia y mi fiel criado España.
Como guía nos acompañaron dos fornudos
mocetones de la próxima aldea (El Calabacino).
Estos y mis citados
habían preparado de antemano varios achones impregnados de
resina y algunos cabos de cera colocados dentro de unos
farolillos de la Iglesia que nos sirvieron de linterna de
mano.También se proveyeron de las correspondientes mechas de
azufre, llescas, pedernal y eslabón de caero. Ello es el
caso, pues, que nos introducimos por una estrecha galería
que existe de muy antiguo bajo la explanada de la viña y
huerta, por el lado naciente; entrada que seguramente fue
antaño mucho más cómoda para el acceso al interior, sólo que
ahora el tiempo la va obstruyendo, de forma que si no se
remedia se taponará por completo.
Junto a la entrada
de esta galería esculpió mi compañero Fray José de Zigüenza,
que era muy aficionado a la escultura una graciosa y
parecida efigie de Nuestra Señora de los Ángeles, sobre la
misma roca dentro de su correspondiente nicho.
Dígale que a pesar
que abanzabamos por el interior ensanchábase formado por una
arena que parecía polvo. Cuando hubimos andado unos cien
pasos desembocamos a una amplia galería transversal y
minutos después nos hallamos en el sitio más maravilloso que
jamás vi; figúrese Vuestra Merced la nave de una iglesia
cuyo arqueado techo estaba a lo menos a cuarenta codos de
altura. En toda su longitud corrían unas líneas de pilares
que parecían de hielo; pero en realidad vimos con gran
sorpresa que eran asientos tallados en la misma roca,
dispuestos quizás para las personas que ejercían autoridad
en aquellas tribus o bién para los oficiantes de las
ceremonias que allí se celebrasen.
El tiempo y las
continuas destilaciones de agua han formado en este
magnífico templo, consagrado tal vez a alguna divinidad
griega o egipcia, caprichosas figuras de estalactitas que, a
decir verdad, no es posible dar a Vuestra Merced mediana
idea de ellas, ni siquiera de la magnificencia del lugar, ni
de la clase de culto a que estaba destinado, mientras no
estudiemos detenidamente, …
En el suelo, por el
tamira del polvo que han formado al cabo de los muchos años
los excrementos de los murciélagos que a millares se apiñan
en el techo y entre las oquedades de las estalagmitas
veíamos trozos y pequeñas partículas de blanquísimas piedras
de mármol que por sus diversas formas suponíamos fueron
restos de columnas y estatuas.
Uno de aquestos
trozos parecíanos representar la figura de una divinidad
egipcia. Otros representaban extrañas formas de animales
semejantes a ciervos y machos cabríos.
Sobre la parte
izquierda de la nave se ve una mole de piedra como unos doce
pie de altura, que representa unos de nuestros púlpitos con
sus correspondientes escalinatas para subir al museo que hay
encima, sitio desde donde se domina este templo maravilloso
de una manera total.
Al fondo de la nave
apreciase una especie de altar o megalito funerario, donde
tal vez se inmolasen a los dioses de aquel culto victimas
humanas.
A los lados se ven
también multitud de pequeñas grutas semejantes a capillas y
calabozos. A todo esto un ruido lejano que nos producía el
efecto de una gran cantidad de agua sobre el fondo de un
profundo abismo, nos traía preocupados. Después de algunas
horas de examen ante lo que teníamos ante la vista,
determinamos continuar, introduciéndonos por una estrecha
galería en forma de rampa, al final de la cual, tropezamos
con amplio corredor que nos condujo a una gran habitación
semicircular, tan amplia y alta de techumbre que ni con el
auxilio de nuestras luces parecía no descubrirse el fin.
En el centro de esta
magnífica plaza subterránea existe una plataforma con varios
asientos, y ha ambos lados del muro, semicirculares, vense
también varias filas de gradas quedan la impresión de un
circo romano.
Es aquí seguramente
donde celebraban sus fiestas y sarao los antiguos habitantes
de esta maravillosa caverna. Es decir, así como disponían de
un templo para celebrar sus cultos, así también se habían
construido un lugar donde esperar su espíritu. Aquí en este
sitio hemos encontrado los curiosos objetos de barro cocido,
piedra y trozos de marfil que envió a vuestra merced por si
le parece mandarlos para su estudio en Alcalá o al Escorial.
En otra de nuestras
excursiones llegamos hasta el final de una galería inundada
por las aguas en una extensión difícil de atravesar. El
ruido a que me refiero anteriormente no es otro que el que
se produce al caer un gran torrente de agua dentro de este
gran depósito que a la vista tenemos, y será la que a
borbotones sale a la superficie por la gruta que hay en
frente a mi habitación y otros varios salideros existentes
en la falda desta gran montaña.”
Hasta aquí las supuestas palabras de Arias Montano. La
descripción siguiente de Manuel Moreno añade unos detalles.
“Entre las grutas y
cavernas más destacadas, …, tenemos en primer lugar el
llamado Palacio Oscuro. Es una amplia caverna, situada
debajo de la muralla, constituida por una cámara amplia,
desde la que se penetra en otra menor, donde reina absoluta
lobreguez. …
Otra de las cavernas
… es la llamada Sillita del Rey. El nombre procede, según la
tradición, de un asiento natural situado en la parte
superior de la misma que se ha relacionado con el viaje de
Felipe II a la Peña.
La cueva está
orientada hacia levante, en uno cuyos ángulos del fondo
existe un pozo, al que se baja por dos escaleras de caracol,
talladas en la misma roca. En el centro de la estancia,
según hemos señalado, existe una piedra ciclópea rehundida
que lo mismo hubiera podido ser túmulo que altar.
Finalmente, otra de
las cuevas más notables es la denominada popularmente Salón
de los Machos en donde, en algún caso, las mismas figuras
caprichosas esculpidas por la naturaleza parece semejar la
imitación de algún macho cabrío, de donde la explicación del
termino; que para otros (sic) ha sido el diseño artificial
de alguna divinidad antigua cual pudiera haber sido el caso
de Teutastes, el dios supremo de los celtas… (pag.229 y 230)”
La antigua casa de Arias Montano.
Descripción hecha por Rodrígo Caro, arqueólogo utrerano,
cantor de las ruinas de Itálica, en su viaje a la Peña en el
primer cuarto de siglo 17 (Moreno pag. 232):
“Una
habitación cómoda, junto con otras casas y oficinas que
también construyó a su costa, y en el centro de ellas una
cuadra empañada de jazmines por fuera y por dentro solada de
mármol blando con una mesa de lo mismo en medio, por la cual
corría un caño de agua dulcísimo y muy fría nacida de la
gruta inmediata a la puerta del edificio; de manera que,
comiendo allí no era necesario traer el agua para nada de
afuera; y del mismo modo corría por los ángulos del edificio
y de allí salía a regar una huerta contigua a las casas
enfrente de esta pieza.”
En la memoria de las cosas tocantes al Patronazgo de Nuestra
Señora de los Ángeles el cual Arias Montano tiene y posea
por virtud de gracia concedida por la Santidad de Sixto V,
encontramos (Moreno pag. 271 y 272):
“Primeramente la
dicha ermita edificada de mi de nuevo, más ancha, luenga y
alta de lo que antes estaba y con mejor edificio.
Item. Una casa
pegada a la mesma iglesia y ermita con cuatro piezas bajas y
otras cuatro altas donde he tenido el estudio de mis libros
y mi escritorio.
Item. Otra casa de
mi morada y familia que al presente en este año de 88 tiene
15 piezas bajas y diez altas allende su pórtico y escalera y
de una caballeriza grande y otra menor y un portal ante
esta, cubierto y un retrete y un pajar sobre ellas.
Item. Otra casa para
materiales con dos piezas.
Item. Otro portal
largo que sirve de obrador o taller: todo esto en la mesa
alta de la Peña.
Item. En la segunda
me da una casa que llaman estudio artificial con cuatro
piezas bajas y tres pórticos y un zaguán y dos saletas y
sobre éstas una cuadra muy alta adornada de obra: al
presente año tiene cuatro corredores altos cubiertos y tres
cámaras altas.
Item. Una fuente
como una sala adornada por mí de mármoles enladrillados.
Item. Una viña sobre
la casa principal de tres mil vides.
Item. Una huerta de
arboleda de todas suertes que se riega con agua de la
fuente.
Item. Un paseo
luengo de cuatrocientos pasos poblado de árboles y parras de
una banda que yo corté en la montaña, y planté con tres
manaderos de agua que hallé y son míos y del mismo
patronazgo y están hechos en ellos dos estanques grandes y
dos pequeños y en la huerta otros estanques mayores.
Item. Toda la sierra
aguas vertientes a mediodía con sus peñas y selva que yo he
criado desde los riscos hasta el arroyo que se dice del
valle del Peral con todas las vertientes del poniente hasta
las viñas plantadas en todo lo bajo que son de diversos
dueños con tributo perpetuo.”
Siguen suertes de tierras en las aldeas colindantes, Orullos,
Los Carrascos término Almonaster, Navalcuba en el camino de
Aracena, Galaroza, Fuenteheridos, unas sierras en Robledo,
una viña en Los Llanos, una huerta en Linares y un monte en
Orullos.
Así entendemos la Oda Safica de Arias a la Virgen por la
conservación de su fuente cuando dice
"procura que el agua se acelere estremecida a fluir de la
piedra viva, y que el humor apresado tienda a benificiar el
soto en declive."
El Agua es el elemento que hace fluir la vida.
"
Puri latices, salubres Ambiant herbae jugiter."