TARTESSOS OFICIALISTA

 

                                                     

ARIAS MONTANO Y TARTESSOS

 

  Erich K. Hartmann 2007

 

 

VII.  Excursión y vivienda de Arias Montano.

 

 


De los tiempos de Arias Montano y quizás escrito por el nos llega a través de Manuel Moreno Alonso la descripción alucinante de las grutas debajo de la Peña:
“El espiritu se estasía en la contemplación desta Peña querida, con sus maravillosas grutas, sus ventos y misteriosos lagos y sus bulliciosas cascadas. … La entrada a la gruta la hemos verificado por primera vez con mi paisano don Francisco de Arce, médico-cirujano de Llerena; mi amigo don Diego Núñez, …;mi otro paisano don Juan Arco de la Mota; con mi paje Pedro de Valencia y mi fiel criado España.


Como guía nos acompañaron dos fornudos mocetones de la próxima aldea (El Calabacino). Estos y mis citados habían preparado de antemano varios achones impregnados de resina y algunos cabos de cera colocados dentro de unos farolillos de la Iglesia que nos sirvieron de linterna de mano.También se proveyeron de las correspondientes mechas de azufre, llescas, pedernal y eslabón de caero. Ello es el caso, pues, que nos introducimos por una estrecha galería que existe de muy antiguo bajo la explanada de la viña y huerta, por el lado naciente; entrada que seguramente fue antaño mucho más cómoda para el acceso al interior, sólo que ahora el tiempo la va obstruyendo, de forma que si no se remedia se taponará por completo.


Junto a la entrada de esta galería esculpió mi compañero Fray José de Zigüenza, que era muy aficionado a la escultura una graciosa y parecida efigie de Nuestra Señora de los Ángeles, sobre la misma roca dentro de su correspondiente nicho.


Dígale que a pesar que abanzabamos por el interior ensanchábase formado por una arena que parecía polvo. Cuando hubimos andado unos cien pasos desembocamos a una amplia galería transversal y minutos después nos hallamos en el sitio más maravilloso que jamás vi; figúrese Vuestra Merced la nave de una iglesia cuyo arqueado techo estaba a lo menos a cuarenta codos de altura. En toda su longitud corrían unas líneas de pilares que parecían de hielo; pero en realidad vimos con gran sorpresa que eran asientos tallados en la misma roca, dispuestos quizás para las personas que ejercían autoridad en aquellas tribus o bién para los oficiantes de las ceremonias que allí se celebrasen.


El tiempo y las continuas destilaciones de agua han formado en este magnífico templo, consagrado tal vez a alguna divinidad griega o egipcia, caprichosas figuras de estalactitas que, a decir verdad, no es posible dar a Vuestra Merced mediana idea de ellas, ni siquiera de la magnificencia del lugar, ni de la clase de culto a que estaba destinado, mientras no estudiemos detenidamente, …


En el suelo, por el tamira del polvo que han formado al cabo de los muchos años los excrementos de los murciélagos que a millares se apiñan en el techo y entre las oquedades de las estalagmitas veíamos trozos y pequeñas partículas de blanquísimas piedras de mármol que por sus diversas formas suponíamos fueron restos de columnas y estatuas.


Uno de aquestos trozos parecíanos representar la figura de una divinidad egipcia. Otros representaban extrañas formas de animales semejantes a ciervos y machos cabríos.


Sobre la parte izquierda de la nave se ve una mole de piedra como unos doce pie de altura, que representa unos de nuestros púlpitos con sus correspondientes escalinatas para subir al museo que hay encima, sitio desde donde se domina este templo maravilloso de una manera total.


Al fondo de la nave apreciase una especie de altar o megalito funerario, donde tal vez se inmolasen a los dioses de aquel culto victimas humanas.


A los lados se ven también multitud de pequeñas grutas semejantes a capillas y calabozos. A todo esto un ruido lejano que nos producía el efecto de una gran cantidad de agua sobre el fondo de un profundo abismo, nos traía preocupados. Después de algunas horas de examen ante lo que teníamos ante la vista, determinamos continuar, introduciéndonos por una estrecha galería en forma de rampa, al final de la cual, tropezamos con amplio corredor que nos condujo a una gran habitación semicircular, tan amplia y alta de techumbre que ni con el auxilio de nuestras luces parecía no descubrirse el fin.


En el centro de esta magnífica plaza subterránea existe una plataforma con varios asientos, y ha ambos lados del muro, semicirculares, vense también varias filas de gradas quedan la impresión de un circo romano.


Es aquí seguramente donde celebraban sus fiestas y sarao los antiguos habitantes de esta maravillosa caverna. Es decir, así como disponían de un templo para celebrar sus cultos, así también se habían construido un lugar donde esperar su espíritu. Aquí en este sitio hemos encontrado los curiosos objetos de barro cocido, piedra y trozos de marfil que envió a vuestra merced por si le parece mandarlos para su estudio en Alcalá o al Escorial.


En otra de nuestras excursiones llegamos hasta el final de una galería inundada por las aguas en una extensión difícil de atravesar. El ruido a que me refiero anteriormente no es otro que el que se produce al caer un gran torrente de agua dentro de este gran depósito que a la vista tenemos, y será la que a borbotones sale a la superficie por la gruta que hay en frente a mi habitación y otros varios salideros existentes en la falda desta gran montaña.”

Hasta aquí las supuestas palabras de Arias Montano. La descripción siguiente de Manuel Moreno añade unos detalles.
“Entre las grutas y cavernas más destacadas, …, tenemos en primer lugar el llamado Palacio Oscuro. Es una amplia caverna, situada debajo de la muralla, constituida por una cámara amplia, desde la que se penetra en otra menor, donde reina absoluta lobreguez. …


Otra de las cavernas … es la llamada Sillita del Rey. El nombre procede, según la tradición, de un asiento natural situado en la parte superior de la misma que se ha relacionado con el viaje de Felipe II a la Peña.


La cueva está orientada hacia levante, en uno cuyos ángulos del fondo existe un pozo, al que se baja por dos escaleras de caracol, talladas en la misma roca. En el centro de la estancia, según hemos señalado, existe una piedra ciclópea rehundida que lo mismo hubiera podido ser túmulo que altar.


Finalmente, otra de las cuevas más notables es la denominada popularmente Salón de los Machos en donde, en algún caso, las mismas figuras caprichosas esculpidas por la naturaleza parece semejar la imitación de algún macho cabrío, de donde la explicación del termino; que para otros (sic) ha sido el diseño artificial de alguna divinidad antigua cual pudiera haber sido el caso de Teutastes, el dios supremo de los celtas… (pag.229 y 230)


La antigua casa de Arias Montano.
Descripción hecha por Rodrígo Caro, arqueólogo utrerano, cantor de las ruinas de Itálica, en su viaje a la Peña en el primer cuarto de siglo 17 (Moreno pag. 232):
Una habitación cómoda, junto con otras casas y oficinas que también construyó a su costa, y en el centro de ellas una cuadra empañada de jazmines por fuera y por dentro solada de mármol blando con una mesa de lo mismo en medio, por la cual corría un caño de agua dulcísimo y muy fría nacida de la gruta inmediata a la puerta del edificio; de manera que, comiendo allí no era necesario traer el agua para nada de afuera; y del mismo modo corría por los ángulos del edificio y de allí salía a regar una huerta contigua a las casas enfrente de esta pieza.”

En la memoria de las cosas tocantes al Patronazgo de Nuestra Señora de los Ángeles el cual Arias Montano tiene y posea por virtud de gracia concedida por la Santidad de Sixto V, encontramos (Moreno pag. 271 y 272):
“Primeramente la dicha ermita edificada de mi de nuevo, más ancha, luenga y alta de lo que antes estaba y con mejor edificio.
Item. Una casa pegada a la mesma iglesia y ermita con cuatro piezas bajas y otras cuatro altas donde he tenido el estudio de mis libros y mi escritorio.
Item. Otra casa de mi morada y familia que al presente en este año de 88 tiene 15 piezas bajas y diez altas allende su pórtico y escalera y de una caballeriza grande y otra menor y un portal ante esta, cubierto y un retrete y un pajar sobre ellas.
Item. Otra casa para materiales con dos piezas.
Item. Otro portal largo que sirve de obrador o taller: todo esto en la mesa alta de la Peña.
Item. En la segunda me da una casa que llaman estudio artificial con cuatro piezas bajas y tres pórticos y un zaguán y dos saletas y sobre éstas una cuadra muy alta adornada de obra: al presente año tiene cuatro corredores altos cubiertos y tres cámaras altas.
Item. Una fuente como una sala adornada por mí de mármoles enladrillados.
Item. Una viña sobre la casa principal de tres mil vides.
Item. Una huerta de arboleda de todas suertes que se riega con agua de la fuente.
Item. Un paseo luengo de cuatrocientos pasos poblado de árboles y parras de una banda que yo corté en la montaña, y planté con tres manaderos de agua que hallé y son míos y del mismo patronazgo y están hechos en ellos dos estanques grandes y dos pequeños y en la huerta otros estanques mayores.
Item. Toda la sierra aguas vertientes a mediodía con sus peñas y selva que yo he criado desde los riscos hasta el arroyo que se dice del valle del Peral con todas las vertientes del poniente hasta las viñas plantadas en todo lo bajo que son de diversos dueños con tributo perpetuo.”


Siguen suertes de tierras en las aldeas colindantes, Orullos, Los Carrascos término Almonaster, Navalcuba en el camino de Aracena, Galaroza, Fuenteheridos, unas sierras en Robledo, una viña en Los Llanos, una huerta en Linares y un monte en Orullos.

Así entendemos la Oda Safica de Arias a la Virgen por la conservación de su fuente cuando dice
"procura que el agua se acelere estremecida a fluir de la piedra viva, y que el humor apresado tienda a benificiar el soto en declive."

El Agua es el elemento que hace fluir la vida.
" Puri latices, salubres Ambiant herbae jugiter."

 

 

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