TARTESSOS OFICIALISTA

 

                                                     

TARTESSOS

ícono del sol

CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA MÁS ANTIGUA DE OCCIDENTE

 

 

  Adolf Schulten

 

 

 

CAPITULO IX.

¿DONDE ESTABA TARTESSOS?

Mis investigaciones sobre la situación que ocupaba Tartessos, arrancan del año 1910. Entonces recorrí el trecho entre la desembocadura actual del Betis y Torre Carbonera (18 kilómetros), buscando la desembocadura occidental del río que, según Estrabon, se hallaba a 100 estadios (18 kilómetros) de la desembocadura oriental, única que hoy queda. El resultado fue que en Torre Carbonera no se encuentra rastro alguno de antigua desembocadura. En los anos siguientes, la terminación de las excavaciones de Numancia me impidió continuar mis pesquisas acerca de Tartessos. Vino luego la Guerra Mundial. En el primer viaje que hice después de la guerra —1919-20— visite por segunda vez la playa de Tartessos. A principios de 1920 recorrí, acompañado del Sr. Claus, el trecho entre Huelva y Torre del Oro, creyendo entonces que la desembocadura del Río del Oro seria el antiguo brazo occidental. Pero el resultado de mis observaciones fue también negativa En 1921, acompañado por el general Lammerer, y utilizando una canoa automóvil puesta a nuestra disposición por las autoridades del puerto de Sevilla, hice el recorrido del Guadalquivir desde Sevilla hasta Bonanza, con el objeto de fijar la situación del lago ligur y conocer los diferentes cauces del río . En otoño de 1922 lleve a cabo otra investigación, acompañado por el geólogo doctor Jessen. Este estudio dio por resultado grandes progresos en nuestro conocimiento. El Dr. Jessen pudo apreciar que la desembocadura oriental era antiguamente mucho mas ancha que hoy, y llegaba hasta Torre Salazar; de manera que la orilla occidental de entonces iba desde Pico Carío  por el Cerro del Trigo hasta Salazar. El limite del aluvión antiguo seria la la posición de la antigua orilla y la tierra que se extiende entre Salazar y la actual orilla occidental esta constituida por aluvión reciente. Así, pues, Tartessos no podía estar en la Marismilla, junto a la orilla actual, como antes yo creía; había que buscarla entre Carío  y Salazar281. Otro de los resultados fue el reconocimiento, al norte del Cerro del Trigo, de un establecimiento romano que debía de guardar, al parecer, alguna relación con Tartessos. Una pequeña excavación de ensayo dio por resultado el hallazgo de unos muros bien conservados. En vista de los resultados obtenidos, remití a fines de 1922 al Excelentísimo señor duque de Tarifa, propietario  del Coto de Doñana, una memoria sobre Tartessos y su probable emplazamiento, rogándole que autorizara una excavación y pusiese a mi disposición los medios necesarios.

Ambas cosas me fueron concedidas, y en otoño de 1923 pudo realizarse una excavación y una investigación de cinco semanas. Tomaron parte en estos trabajos el general Lammerer, que saco un mapa exacto de la región, y D. Jorge Bonsor, el meritísimo explorador de la necrópolis de Carmona y de los sepulcros cupulares andaluces. Bonsor se había ocupado ya de Tartessos y había realizado notables progresos en la indagación de la ciudad desaparecida, encontrando el brazo occidental del río, aunque se equivoco emplazando la ciudad a orillas del citado brazo occidental282.

1. LA DESEMBOCADURA OCCIDENTAL

Ya hemos visto que Tartessos se hallaba a orillas del Guadalquivir y, según Estrabon y Pausanias, entre las dos desembocaduras. Debemos, pues, ante todo definir exactamente el estado en que por entonces se encontraba el delta del Guadalquivir.

El periplo dice solamente que el río sale del lago ligur por tres brazos, y corre en cuatro brazos al sur de la ciudad de Tartessos. Luego veremos que esos cuatro brazos deben considerarse como ramas del brazo principal oriental. El periplo no menciona el brazo occidental, a no ser indirectamente, al hablar de la isla Cartrare. la isla formada por los dos brazos. Los mas antiguos y mas importantes testimonios en pro de la doble desembocadura están en Posidonio (v. Estrabon, 148), que dice que entre las dos desembocaduras existió antaño una ciudad llamada Tartessos283, y en Artemidoro (v. Estrabon, 140) que comunica que las dos desembocaduras distaban una de otra 100 estadios. A lo cual observa Estrabon que, según otras fuentes (¿Posidonio?), la distancia era mayor aún. Mas siendo así que tanto Artemidoro como Posidonio recorrieron en persona la costa, el dato es valido para su tiempo, esto es, 100 a. J. C. En esta época, pues, tenia el río  todavía sus dos desembocaduras. La desembocadura occidental, que luego desapareció, existía por lo tanto aun.

Se ha confirmado la referencia de Artemidoro sobre los 100 estadios de distancia, pues desde Salazar, orilla occidental de la desembocadura oriental, hasta Torre Higuera, donde estuvo la antigua desembocadura occidental, hay unos 18 kilómetros (véase mas adelante).

Plutarco (Sertoho, 8), siguiendo a Salustio, refiere que Sertorío  fue lanzado por el mar [poco mas arriba de la desembocadura del Betis]. Pero no debe suponerse que el plural έκβολών signifique doble desembocadura, sino simplemente desembocadura, acepción frecuente (v. Estefano, Thesaurus, pag. 380); por lo cual este pasaje de Plutarco no nos dice en realidad nada.

Mela no había tampoco de doble desembocadura, sino solamente de dos cauces a la salida del lago ligur. Dice así (3, 5): Baetis... diu sicut nascitur uno amne decurrit, post, ubi non longe a marl grandem lacum fecit, quasi ex novo fonte geminus exorltur quantusque simplici alveo venerat tantus singulis effluit. [El Betis, desde su nacimiento, corre por un solo cauce; pero después, habiendo formado un gran lago no lejos del mar, parece como si saliese de nueva fuente y el agua que venia por un solo cauce fluye ahora por dos]. El verbo effluit (sc. ex/aa/J significa, paralelamente al exoritur, la salida del lago, y no la desembocadura en el mar.

Según el periplo, el río sale del lago por tres brazos. Mela, en cambio, solo conoce dos. Por lo tanto, el tercer brazo ha debido desaparecer en el tiempo que media entre el Periplo y Mela. Ese tercer brazo es la desembocadura occidental, pues los otros dos brazos existen todavía y son el brazo principal y el brazo Torre.

También Pausanias testimonia la doble desembocadura (en 6, 19, 2) al referir, con ocasión de los bronces tartesios en Olimpia, que «se dice que hay un río  Tartessos en tierra de los iberos, que desemboca en el mar por dos cauces, y la ciudad del mismo nombre estuvo situada entre las dos desembocaduras. Pausanias toma estas noticias de Tartessos de fuente antigua; por lo tanto, no son aplicables a su tiempo (hacia 150 d. J. C). Además de estos datos, el único que testimonia expresamente la doble desembocadura es Ptolomeo (150 d. J. C), que indica una posición de la desembocadura oriental y, por lo tanto, conoce también una occidental. Ptolomeo (1,12,10) cuenta desde el cabo Sagrado (2°30') hasta el Betis, es decir, hasta la desembocadura occidental, 2°30', y otro tanto desde aquí hasta Gibraltar (7°30'; 2, 4, 6). Coloca, pues, la desembocadura occidental a 5 mientras que la oriental se halla a 5°20' (2, 4, 4), de suerte que la distancia entre ambas desembocaduras es de 20' « 7 ° = 170 estadios = 32 kilómetros. En realidad, la distancia es solamente de tinos 18 kilómetros (v. mas arriba).

Puede reconocerse aun hoy la desembocadura occidental por una cadena de lagunas de cuatro kilómetros de larga, que se dirige hacia el oeste desde el Palacio de Doriana, y demuestra que el brazo occidental desembocaba entre Matalascañas y Torre Higuera. El merito de haber descubierto la desembocadura occidental pertenece al Sr. Bonsor. Luego Jessen y Lammerer han comprobado que, efectivamente, la cadena de lagunas representa la desembocadura occidental, y Lammerer ha sacado un mapa de las lagunas a la escala 1:5.000.

Salvo las citadas lagunas, el brazo occidental ha desaparecido hoy por completo. Hemos visto que ya en tiempos de Mela estaba así. La desaparición ha sido causada por aluviones que han llenado por completo el brazo occidental, y estrechado considerablemente el oriental. En la época de Tartessos el brazo occidental debía estar ya muy disminuido, pues el periplo no lo menciona.

El Rocío (Canaliega) y el Guadiamar son dos pequeñas desviaciones del brazo occidental que, una vez desaparecido este, se han hecho independientes alimentándose de las aguas septentrío nales. Plinio (3, u, de Varron-Artemidoro) da testimonio de su antigüedad al hablar del río  Maenuba que viene de la derecha, es decir, del Oeste, y afluye al Betis mas abajo de Caura-Coria; este no puede ser otro, en efecto, que el Carío  de Brenes, afluente de la derecha, formado por el Rocio y el Guadiamar.

2. LA DESEMBOCADURA ORIENTAL

Según Estrabon, la distancia entre las dos desembocaduras era de 100 y mas estadios, unos 18 kilómetros. Hoy, desde Matalascañas hasta la actual desembocadura, hay 25 kilómetros. Por lo tanto, se han verificado también cambios en la desembocadura oriental. Es merito del Dr. Jessen el haber explicado la antigua configuración de la desembocadura, y al mismo tiempo el desenvolvimiento del delta. El lector puede ver su exposición en Archaologischer Anzeigerde 1922.

En la época diluvial, el río  desembocaba por Coria en un gran golfo en forma de embudo, que llegaba desde Sanlúcar hasta Torre Higuera, limite del terreno diluvial. Tenia, pues, unos 25 kilómetros de anchura (mapa 1). Este golfo fue Llenándose poco a poco en dos direcciones: por el interior, mediante los depósitos del Betis y de los demás riachuelos que desembocaban en el golfo, y por la costa mediante los depósitos de aluvión que la corriente del golfo procedente del noroeste acumulo junto al terreno diluvial. Así, pues, el golfo fue estrechándose poco a poco por el noroeste. Pueden distinguirse dos terrenos de aluvión, uno mas antiguo y otro mas moderno. El viejo aluvión se extiende hasta la línea Pico Cano Trigo-Salazar. El terreno formado al sur de esta línea es aluvión joven. De esta suerte, el golfo quedo reducido en el interior al lago ligur que comenzaba en Coria y llegaba casi hasta la desembocadura. El río  entraba en el lago por Coria y salía de el formando varío s brazos. En la costa, el golfo quedo relleno por el aluvión quedando solo dos bocas, una de unos diez kilómetros de anchura, la oriental y otra mas estrecha, de unos dos kilómetros; son las dos desembocaduras del río  (v. mapa).

No cabe duda de que, en la época de Tartessos, el viejo banco aluvial existía ya. En efecto, en el se encuentra un establecimiento romano, construido con las piedras de Tartessos, que, por lo tanto, se hallaba cercana.

Tales son los datos que nos suministra la geología. El mas antiguo testimonio literario  acerca del río , es el viejo periplo, cuya descripción debemos considerar atentamente. Sigamos, pues, al viejo navegante284. Vamos acercándonos a la ciudad por Occidente; venimos del Guadiana. En el v. 241 cita el periplo un iugum (promontorío ) con un templo en una cueva, dedicado a la dea inferna (diosa infernal). El jugum es la colina de la Rábida de 40 metros de elevación, con el monasterio  en donde Colon vivió antes de emprender su viaje285. La palus erebea [laguna erebea], así llamada por la ciudad de Erbi (la edición príncipe dice palus etrephea) es el ancho estuario  del río  Tinto, que Estrabon describe también y califica de λίμνη [laguna]286.

Este lago o estuarío  pasaba por ser el lago de los infiernos, a causa del color rojizo de sus aguas, tenidas asi por las minas de hierro que hay en el Tinto superío r287. La aldea de Palos ha tornado su nombre de palus erebea. Del puertecito de Palos salieron las carabelas de Colon. El lago aparece también en los mitógrafos griegos con el nombre de [laguna averna] (v. cap. V) colocado en la comarca de Tartessos, lo cual, como veremos, es efectivamente exacto. Puesto que la palus erebea tomaba su nombre de la ciudad de Erbi, resulta que, esta ciudad debía estar en la colina de la Rábida, que quizás conserva el viejo nombre288.

El río  Hiberus (río  Tinto) era el limite occidental del territorio  tartesio. Después, es decir, al oriente del río  Tinto, cita el periplo (Avieno, 255) en su camino de Occidente a Oriente, la isla Cartare289. Habitada antaño por el pueblo de los cempsos, que fueron luego expulsados por los iberos (Avieno, 256), la isla de Cartare debió ser grande. No puede corresponder, par lo tanto, a la islita de Saltes, frente a la desembocadura del Tinto, como sostiene Sieglin (Atlas ant, hoja 29, 1). Cartare parece ser mas bien la isla formada por los dos brazos que antaño tenia el río  Tartessos y de la que dice Avieno (283):

... Sedinsulam
Tartessus amnis, ex Ligustino lacu
per aperta fusus, undique adlapsu ligat.
[Mas el río  Tartessos, saliendo del lago Ligustino y corriendo por la llanura,

envuelve en su curso por todas partes la isla.]


El delta del Tartessos es llamado isla, no solo por el periplo sino en los demás textos290. El delta del Nilo es llamado también νήσος [isla] (en Diodoro, i, 34, 2) e igual le sucede al delta del Indo (Estrabon, 701) y al delta del Tiber (Procop. en Goth., 1, 26). Después de la isla Cartare, el navegante nombra el mons Cassius. Este no puede ser otro que la elevación máxima de las "Arenas Gordas» (Hareni montes, Plinio, Hist. nat. 3, 7), o cadena de dunas, que siguen la costa del delta; esa elevación, llamada hoy Cerro Asperillo, tiene la altura de 101 metros, altura tanto mas impresionante por elevarse sobre el mar. El cerro Asperillo domina la comarca y sirve al navegante, hoy como antaño, de serial costera291.

Después del mons Cassius, el periplo nombra en seguida la desembocadura oriental con Tartessos. Pasa, pues, por alto la desembocadura occidental. Ello se explica por su desaparición a causa de los depósitos aluviales y las dunas. En el ano 500 no debía tener ya importancia alguna para la navegación. Ya hemos visto que Mela no la cita y Ptolomeo solo de pasada.

A continuación del mons Cassius viene el fani prominens, es decir, el promontorio  del templo (Avieno, 261-263); Y luego la arx Gerontis, Castillo de nuestro antiguo conocido el rey tartesio Geron. Entre estas dos señales de la costa hallábase el sinus tartessius, que es la actual desembocadura, ría de dos kilómetros de ancho292. De igual modo, a la ría del Tajo la llama el periplo sinus (Avieno, 174). En la época del periplo la apelación sinus era aun mas justa, porque entonces la desembocadura oriental tenia una anchura de 10 kilómetros. La relación topográfica en que se hallaban el fani prominens, la arx Gerontis y el sinus Tartessius queda perfectamente precisada en dos lugares del periplo-.

V.261.
inde fani est prominens
et quae vetustum Graacice nomen tenet
Gerontis arx est em in us...
hie or a late sunt sinus Tartessii:
[viene después un promontorio  con un templo y a lo lejos el Castillo de Geron, que lleva un viejo nombre griego... ahí se extienden anchamente las riberas del golfo tartesio]

v.304.
Gerontis arcem et prominens fani, ut supra sumus elocuti, distinet medium salum interque celsa cautium cedit sinus, iugum ad secundum flumen amplum evolvitur.
[El castillo de Geron y el promontorio  del templo, como antes hemos dicho, están separados por el mar, y el golfo penetra entre alturas de penas. junto a la segunda altura discurre el ancho río .]

Lo primero era, pues, el templo en la orilla septentrional de la desembocadura, o sea en la lengua de terreno aluvial que hay entre Salazar y la Marismilla. De igual suerte, el castillo de Geron debe buscarse al sur del río . No cabe duda de que estuvo en el banco de Salmedina, entonces península, hoy aislado y sumergido, pero que a marea baja sobresale del agua. En todas las viejas descripciones de la ría se encuentra este banco, muy temido por los marinos. En el banco se hallaba sin duda el faro293 que mas tarde, en el ano 139 a J. C, construyo el cónsul Caepion. Y acaso la obra de ese faro fuese hecha con restos del antiguo castillo. El banco de Salmedina, que el mar rodea por todos lados —la [roca rodeada de mar], de Estrabon— parece como hecho ex profeso para ciudadela o fortaleza marina. Se ve claramente que el castillo de Geron tenia por objeto defender la entrada del río  y el acceso a la ciudad que, como veremos, estaba poco mas arriba de la desembocadura. Podemos, por lo tanto, identificar con el Castillo de Geron el castillo que los cartagineses destruyeron antes de la caída de Tartessos. Por la furia del mar, la isla de Salmedina ha perdido unos dos metros de su superficie y hoy no se ve ninguna serial ni del castillo de Geron ni del faro de Caepion. Es un sitio salvaje, pero con grandes recuerdos. Como entonces el fani prominens y la arx Gerontis, constituyen hoy todavía los faros de la punta del Malandar y de Chipiona, las señales para la entrada en el Guadalquivir (Handbuch., pagina 173).

Una vez descrito el sinus tartessius, o sea el golfo formado por la desembocadura oriental y flanqueado por el fani prominens y la arx Gerontis, el periplo pasa a nombrar la ciudad de Tartessos:
 

Avieno, 266:
dictoque ab amni (Anas) in hcec locorum, puppibus via est diei, Gadir hie est oppidum (nam Punicorum lingua consaeptum locum gadir vocabat) ipsa Tartessus prius cognominata est.
[desde dicho río , el Guadiana, hasta estos lugares hay para las naves un día de camino; aquí esta la ciudad de Gadir —pues la lengua de los fenicios llamaba Gadir a todo lugar cerrado— que antaño era denominada Tartessos.]

De la enumeración y del adverbio hie se infiere que Tartessos estaba situada en el brazo oriental. La distancia del Guadiana a Tartessos, calculada hasta la desembocadura oriental demuestra también que Tartessos estaba en esta. El refundidor del periplo confunde a Tartessos con Gadir; error entonces general, pero en este caso necedad insigne, porque el periplo describe el Betis, y el interpolador debiera saber que Gades no esta en este río .

Tras una digresión acerca del culto de Hércules en Gades (versos 273-83), Avieno describe los distintos brazos del río . El río  sale del lacus Ligustinus y rodea la isla (Cartare) por todas partes; al salir del lago tiene tiene tres brazos, y luego por cuatro brazos baña la parte sur de la ciudad (283-290):
sed insulam Tartessus amnis, ex Ligustino lacu per aperta fusus, undique adlapsu ligat. Neque iste tractu simplici provolvitur unusve sulcat subiacentem coespitem, tria or a quippe parte eoi luminis infert in agros, ore bis gemino quoque meridiana civitatis adluit.

[Mas el río  Tartessos, saliendo del lago Ligustino y corriendo Yor la llanura, envuelve en su curso por todas partes la isla. Pero no sale del lago por un solo brazo ni surca por un solo cauce el césped del suelo, sino que entra en los campos por tres bocas de la parte de Oriente y baña el Sur de la ciudad por cuatro cauces].
 

Si el río  salio del lago por tres brazos, hay que situar el lago por encima de la separación del brazo occidental. El lago llegaba, pues, por el sur hasta mas allá de la confluencia del río  Sanlúcar, y aun quizás mas al sur todavía. Mela señala el limite norte del lago, cuando dice que el río  al entrar en el va por un solo cauce. El lago llegaba, pues, por el norte hasta el comienzo del delta, esto es, hasta Coria. En efecto, en Coria empiezan las riberas a hacerse cada vez mas bajas294, y a partir de Coria, hacia el sur, se observan en los taludes de las orillas claramente unas ocho capas horizontales de tierra, que deben ser los depósitos de tierra y plantas dejados por el lago ligur, el cual no podía ser muy profundo. Sin duda, el lago estaba contenido mas abajo por una barrera transversal que el río  taladro; el brazo principal fue poco a poco comiendo esa barrera y secando los otros brazos, hasta que por ultimo logro vaciar el lago mismo y aun ahondar su cauce en el antiguo suelo de dicho lago. A la desecación del lago hubo de contribuir sin duda también la marea que llega hasta Sevilla, obligando al río  a depositar sus residuos en el fondo del lago. El Mito de las tres cabezas o de los tres cuerpos de Ceryon, personificación del río , testimonia que, en efecto, el río  salía del lago por tres cauces. Los tres brazos son: 1.°, el oriental; 2º, el brazo de Torre; 3º, el occidental.

El periplo dice que la división del río  en tres cauces esta situada al «Oriente» de la ciudad. No debemos tomar al pie de la letra este dato, pues el lago ligur no estaba al oriente, sino al noroeste de la ciudad, situada mas abajo, al suroeste del lago. Pero se explica la inexactitud del dato por el hecho de que el periplo no designa las direcciones mas que por los cuatro puntos cardinales295. Hay que tener también en cuenta que los antiguos determinaban el Oriente por la salida del sol, que es variable; lo que explica el conocido error de orientación en la topografía de Carthago Nova por Polibio (IO, IO) y la orientación de la isla de Gades de oeste a este en lugar de noroeste a sudeste en Estrabon (159).

La mayor dificultad es la que plantea el pasaje:
... ore bis gemino quoque Meridiana civitatis adluit.
[y baria el Sur de la ciudad por cuatro cauces]296.

Habiendo salido del lago por tres brazos, el río  formaba, pues, mas abajo, al sur de la ciudad de Tartessos, cuatro brazos. ¿Donde debemos buscarlos? Tartessos estaba situada en la isla de terreno aluvial, en la orilla occidental de la desembocadura oriental, esto es, en el borde sur de la isla. Los cuatro brazos debían, pues, hallarse al sur de la isla. La solución ha sido encontrada por el general Lammerer, según el cual en la época de Tartessos había empezado ya a depositarse el aluvión reciente; pero no había terminado todavía de llenar todo el golfo, de manera que se habían formado tres islas. Entre las islas y la tierra firme el río  buscaba entonces su salida por cuatro brazos al Oeste y al Este (v. mapa i). Esta solución es evidente. Así, en realidad, el río  formaba en aquella época cuatro brazos, que corrían al sur de Tartessos.

Después del lago ligur, el periplo nombra la montaña de plata. En los alrededores del río , que son todos de tierra baja, no existe ni existía tal montaña. Esta se hallaba junto a las fuentes del río  que, según Estesicoro, «mana de la plata,» y según Estrabon, 148, viene de la montaña de plata. La montaña aludida es la sierra argentífera de Cástulo, nacimiento del río . El error del periplo sobre la posición de la montaña de plata demuestra, pues, que el navegante, su autor, no estuvo en el lago ligur, y además que Tartessos, en donde si estuvo, se hallaba lejos del lago ligur. La referencia de la montaña de plata, como las citas de las tribus habitantes del río , hasta su fuente, las obtuvo por conversación con los tartesios.

Así, pues, de Avieno se deduce que la posición de Tartessos era a orillas del brazo oriental y lejos del lago ligur, esto es, en la proximidad de la costa.

Examinemos los otros testimonios acerca de la situación de la ciudad. Según Estrabon y Pausanias, es decir, según las fuentes del siglo VI que utilizan estos autores, Tartessos se hallaba situada entre las dos desembocaduras del río : [en la comarca que hay entre las desembocaduras] dice Estrabon, [entre las desembocaduras del río ] dice Pausanias. Esto no significa que Tartessos estuviese en medio de los brazos del río , en la tierra intermedia —cosa inconcebible tratándose de una ciudad marítima—, sino que coincide con la posición indicada por el periplo junto al brazo oriental, y en la orilla occidental de este. La posición de la ciudad a orillas del río  esta también asegurada por el periplo, que dice que el río  lleva el estaño a sus muros (Avieno, 297, invehitque moenibus dives metallum [y trae a sus muros gran riqueza del metal]). Otros textos nos dicen (v. cap. V) que Tartessos estaba [junto al océano, al lado del océano]. De esto se infiere que la ciudad estaba en la desembocadura o cerca de ella. Eforos (Escimno, 162) sabia que Tartessos estaba a dos días de viaje (= 1.000 estadios) de las columnas de Hércules. Este dato nos conduce a situar la ciudad a orillas del brazo oriental, pero algo antes de la desembocadura, pues desde Gibraltar a la desembocadura del Guadalquivir hay 900 estadios. Según el periplo, había desde el Anas hasta Tartessos un día de navegación, lo que también concuerda con la situación en el brazo oriental, porque del Guadiana hasta Salazar hay unos 500 estadios (un día). Quizá pueda servirnos también de testimonio en pro de esta posición la topográfica de la Atlántida platónica, que parece referirse a Tartessos. La ciudad de los atlántides estaba a orillas de un brazo de mar a 50 estadios (9 kilómetros) del mar (Kritias, 115 d; 117 e). Ya que la posición indicada coincide, podría muy bien coincidir igualmente la distancia. Otro texto dice que estaba en una isla. Esta es la que formaban los dos brazos del río .

3. Emplazamiento de Tartessos

El periplo y los demás testimonios nos permiten afirmar que Tartessos estaba situada en la antigua orilla occidental del brazo oriental a cierta distancia de la costa. En efecto, en situación algo apartada del mar, la ciudad estaba perfectamente protegida contra el Océano y los piratas, y, sin embargo, tenia fácil acceso al mar, ya que la marea llega muy arriba. Así vemos que todos los emporío s del Océano occidental no están construidos junto al mar, sino en el fondo de las rias: Hispalis, Olba, Olisipo, Burdigala y Corbilo, Londres, Amberes, Rotterdam, Brema y Hamburgo. Estrabon, repetidas veces, insiste sobre las ventajas que tiene la posición en el fondo de una ría (142, 143297,152).

La tradición antigua nos permite, pues, deducir tan solo las siguientes conclusiones: 1ª, Tartessos estaba situada entre las dos desembocaduras (Estrabon, Pausanias); 2ª, junto a la desemboca-dura oriental (Avieno), de donde se infiere la posición en la orilla occidental de dicha desembocadura; 3ª no lejos del mar; 4ª, en una isla, esto es, en el delta, entre las dos desembocaduras.

Por fortuna, la situación del terreno permite precisar mas aún el emplazamiento de la ciudad. Nos enseña, en efecto, que Tartessos no pudo estar sino en los terrenos aluviales y en la isla, pues la tierra de mas arriba era y es aun región de inundación, marisma. Todavía hoy el terreno al este de Trigo esta inundado desde noviembre hasta mayo, y forma una gran laguna. Y entonces estaba alii el lago ligur que evidentemente tenia agua, incluso en verano. El periplo y Mela dan testimonio del lago que existía, por lo tanto, aun en tiempos de Mela. No pudo, pues, Tartessos hallarse ahí, sino solamente en el terreno aluvial, que ofrecía suelo firme y a cubierto de las inundaciones, puesto que se halla cuatro metros por encima de la marisma. Para fijar el emplazamiento de Tartessios hay pues, que circunscribirse a la parte septentrional, a la parte mas antigua del terreno aluvial situada al norte de Trigo, puesto que la parte meridional es aluvión reciente. Ese emplazamiento sobre el aluvión antiguo esta confirmado por el periplo, ya que los cuatro brazos que corrían al sur de la ciudad son las salidas del río  entre tres islas formadas por el aluvión reciente.

Hay que buscar, pues, a Tartessos en el aluvión antiguo y en el borde Sur del mismo, puesto que la ciudad se hallaba en la orilla occidental de la desembocadura oriental. Esta orilla occidental puede en cierto modo determinarse. El río , que al final de su curso se dirige hacia occidente, parece haber alcanzado la isla aluvial en Pico de Cano; el cauce de entonces parece determinado por el Carlo de Figuerola y la gran laguna situada al este de Pico del Cano. Desde Cano hasta unos mil metros al sur del Trigo, la orilla del río  esta señalada por el borde de la marisma, que es al mismo tiempo el borde del aluvión antiguo. Mas hacia suroeste falta toda indicación clara del borde, porque el aluvión en esta parte se halla cubierto de dunas. Pero puede admitirse que la orilla occidental dibujaba una curva en forma de S, como la orilla oriental. La orilla occidental puede, pues, ser definida por una línea curva sobre Cafio-Trigo-Salazar. Esta disposición de la antigua orilla esta confirmada por el establecimiento romano situado al norte de Trigo298. Se trata de una aldea de Pescadores, pues se han encontrado en ella cuatro piletas para salar el pescado. Siendo una aldea de pescadores, ha debido estar situada muy cerca de la orilla. Las ruinas se encuentran hoy a 500 metros del borde de la marisma, esto es, de la antigua orilla, la cual estaba, por lo tanto, situada algo mas al oeste. El establecimiento romano no solo determina la antigua orilla, sino que ofrece la prueba de que Tartessos se hallaba en sus proximidades. Se puede demostrar, en efecto, que la aldehuela pesquera estaba construida con las piedras de Tartessos, pues las piedras de la dicha aldea proceden en gran parte de lejos, de la Sierra Morena, y es imposible que los pobres Pescadores se tomaran el trabajo de ir tan lejos en busca de las piedras, cuando tenían en frente, en Bonanza, excelentes materiales pétreos. No; las piedras no han podido ser traídas a este lugar sino por los tartesios, que por su industria minera navegaban continuamente por el río  y les era fácil trasladarlas. Además se comprende que los Pescadores, encontrando tan a mano el material mas a propósito, el material ya tallado, hayan preferido construir aquí su aldea, en esta región desértica, mejor que en la orilla frontera de Bonanza.

Ahora bien: si la aldea de Pescadores esta construida con piedras de Tartessos, es que las ruinas de Tartessos no deben hallarse lejos. Tartessos no se hallaba en el mismo sitio, pues si así fuera, al excavar el establecimiento romano, se hubieran encontrado restos y cimientos de Tartessos. Tartessos debe encontrarse, pues, en las proximidades del establecimiento romano, probablemente algo mas al suroeste, al sur de Trigo, y mas cerca de Trigo que de Salazar, pues Tartessos estaba seguramente en la parte oriental del terreno aluvial para guarecerse de los temporales del noroeste.

La aldea romana, construida con las ruinas de Tartessos, no tiene solamente importancia por señalar las proximidades de la vieja ciudad, sino también porque debe conservar piedras tartesias, trozos de arquitectura, inscripciones, etc. Es cierta, pues, una perspectiva de gran valor, que impone la obligación de excavar a fondo esta aldea, que por si misma carece de interés. Ya se han encontrado pequeños fragmentos de arquitectura, que parecen proceder de Tartessos, pues los Pescadores no han debido utilizar otras ruinas.

El hecho de que los Pescadores romanos hayan utilizado las ruinas de Tartessos demuestra que estas, en los anos hacia 200 d. J. C. no se hallaban todavía cubiertas por las dunas, como lo están hoy. Debemos, pues, representarnos la isla, en la época de Tartessos, como tierra abierta, propia para el pastoreo, lo cual coincide con la leyenda de los toros de Geryon. Además de los pastos, la isla tenia también agua, que se encuentra a dos metros bajo tierra. Aparte de estas ventajas, poco provecho ofrecía desde luego la isla, porque su arena no era adecuada para la agricultura y faltaban las piedras para edificación. Pero los tartesios con sus naves dominaban el mar y el río  y podían traer a su ciudad cuanto les fuere necesario . También Londres esta en una isla pobre y se halla atenida a la importación para sustentar a sus millones de habitantes.

Podría preguntarse porque los tartesios no construyeron su ciudad en la orilla oriental. Dos motivos hay para ello: 1° en la orilla occidental, en la isla, hallábanse perfectamente protegidos contra todo ataque procedente del interior; 2° los principales cauces del río  —y este es seguramente el motivo decisivo— corrían junto a la orilla occidental (Arch. Am., 1922, 25). En cuanto al brazo occidental, no debió entrar en línea de cuenta, porque en tiempo de Tartessos ya estaba medio cegado. En la época de Mela había desaparecido por completo.

Hay que buscar, pues, la ciudad de Tartessos al suroeste de la aldea romana. Desgraciadamente, el terreno al sur y al oeste de la aldea romana esta cubierto de altas dunas, lo que naturalmente ha de dificultar mucho la busca de Tartessos. Pero entre las dunas hay algunos valles (corrales) que llegan hasta el suelo antiguo y, por lo tanto, permiten verificar sondeos. En el próximo otoño (1924) se harán taladros, y si se consigue encontrar una parte de la vieja ciudad, lo demás es ya cuestión de dinero. Pero seria un gran resulta-do el poder determinar solamente el emplazamiento de Tartessos.

Los Pescadores romanos construyeron su aldea, como hemos visto, con las ruinas de Tartessos; pero no habrán empleado todos los materiales y quedara bastante aun, porque Tartessos era grande y la aldehuela de Pescadores, en cambio, harto exigua y reducida.

Hay, pues, probabilidades de hallar la vieja Tartessos. Sin duda, la lucha con las altas dunas será una labor hercúlea. Pero precisamente Hércules, de cuyas hazañas fueron testigos estas tierras, puede enseñarnos que una voluntad esforzada no encuentra nunca obstáculos insuperables.

Tartessos, desde hace 2500 años, duerme en la soledad de las marismas, que como en tiempos del rey Geron, sirven de pasto a los toros y que casi no son holladas por planta humana. Tartessos ha desaparecido, como Vineta, la Tartessos del Norte299. Pero el viajero que recorre los arenales solitarios ve en su espíritu la imagen de la antigua ciudad comercial que antaño convirtiera este desierto en un foco de cultura. La soledad grandiosa favorece el vuelo de la imaginación. Por doquiera se tiende la mirada, solo percibe dunas y pinares. El río , como hace 2500 anos, vierte lentamente en el mar infinito sus aguas amarillentas; y hasta donde la vista abarca, las olas del Océano resbalan sobre la playa, coronada por rojizas dunas, interminables y desiertas como el mar.

NOTAS

281. Véase el relato por Jessen y por mi, en Archaol. Anzeiger, 1922, y el mapa I.

282. Boletín de la Academia de la Historia, 81,152.

283. [siendo dos las desembocaduras del río , dicen que hubo antaño en la comarca intermedia una ciudad que se llamo Tartessos).
284. Véase para lo que sigue el mapa I. Esta hecho sobre la «carta de la costa suroeste de España: golfo de Huelva, desde el Guadiana al Guadalquivir 1:100.000», sobre las hojas de Sevilla y Huelva del mapa geológico de España 1:400.000, y sobre una carta exactísima del delta establecida por el puerto de Sevilla en su «Plano del cauce mayor de la ria del Guadalquivir», 1:50.000 (1902). Las autoridades del Puerto de Sevilla pusieron amablemente a mi disposición una fotocopia. Los bancos de San jacinto y de Salmedina han sido dibujados según el mapa del almirantazgo ingles: «Entrance of Guadalquivir river» (1875). El Coto Doñana esta dibujado según el nuevo mapa obtenido por el general Lammerer; la geología de la región, según Jessen.

285. Según Sieglin (Arch. Arcz., 1902, 43), la cueva existiría aún con dos cámaras y un banco de piedra negra, como la pintara Avieno; lo cual es falso, pues las palabras penetral cavum adytumque coecum (cueva interíor y retiro oscuro) son una repetición pleonástica del mismo concepto, figura a que Avieno es muy aficionado. En 1920 y 1922 visite yo el convento de la Rabida. Por intervención del Sr. Albelda, subdirector del Puerto de Huelva, logre que se abriera la cripta.
Vi entonces que bajo el ábside de la iglesia no hay cueva alguna ni banco de piedra negra, sino solamente una cripta reciente. Además, esta cripta se abrió en 1891, antes de la fiesta de Colon y se volvió a cerrar en seguida, de manera que Sieglin no ha podido verla en el ano de 1901. Sieglin ha sido engañado sin duda por narraciones fantásticas de los naturales. Además de esto, escribe Sieglin que en la Edad Media existía todavía en el lugar una estatua de Proserpina, dedicada a esta diosa por Trajano, y apoya su afirmación en la autoridad de Amador de los río s, Provincia de Huelva (Barcel., 1891), pag. 344. Pero si hubiese leído atentamente el pasaje que cita, hubiera visto que la estatua no aparece sino en una leyenda completamente fantástica, del siglo XVII, que habla de un gobernador romano, llamado Terreum (!), en Palos. Sobre el convento, véase Velazquez-Bosco, El Monasterío  de Nuestra Senora de la Rabida (1914).

286. Sieglin identifica el lago con el «Lago del invierno-, a 20 kilómetros de la Rabida, creyendo que este lago debería llamarse propiamente lago del infierno. Pero este lago se halla demasiado lejos de Erbi-La Rabida para haber recibido de esta su nombre.

287. Véase la descripción de las minas en Wegener Herbsttage in Andalusien (1903), pag. 135.

288. A no ser que Rabida venga del árabe rabita [convento] (vease Dozy: Olossaire des mots esp. etportugais derives de I Arabe). Es muy posible que así sea, pues el convento es del siglo XIII, es decir, de época árabe.

289.  ... Cartare post insula est, Eamque pridem, influxa et est satis fides, Tuere cempsi, proximorum postea Pulsi duello... [Luego viene la isla Cartare, y hay bastante fundamento para creer que antaño la ocuparon los cempsos, que fueron después expulsados por guerra con sus vecinos].

290. Hesiodo:[Erytheia rodeada de agual; Estrabon, 140; el relato gaditano de Estrabon, i70;Escol.Lycophr, 643: [Tartessos... isla]; (v. cap. V).

291. Handbuch der Nord-und Westkusfe Spaniens und Portugal, 2/ parte: Portugal und Sudwestkuste 5pan/e/7s (1913), pag. 166.

292, Estrabon la llama άνάΧυσις (140, 142, 143, etc.); Plinio, aestuarium (j, 11).

293. Estrabon, 140: [el faro de Caepion esta situado sobre la roca rodeada de mar]. Mela, 3, 4: in ipso mari monumentum Caepionis, scopulo magis quam insulaoe impositum [en ese mar esta el monumento de Caepion, que se alza sobre un peñasco mas bien que sobre una isla]. Véase descripción detallada a Arch. Anz., 1922, 43, con mapa.

294. Handbuch, pag. 174:« Coria a Sevilla las riberas suben poco a poco.»

295. Véase mi edición de Avieno, pag. 19.

296. Podría tomarse el bis gemino al pie de la letra y considerar entonces la expresion como una alusión a las dos parejas: 1, brazo principal y brazo de Torre; 2, Canalieca y Guadiamar. Pero no concuerda con el uso continuo del idioma; pues siempre que aparece en otros pasajes la expresión bis geminus (perífrasis muy corriente en el idioma de la poesía posterío r, como bis seni por 12, y bis seni por 20: Thesaurus ling, lat., II, 2009) significa cuatro, y nunca dos parejas de a dos. Compárese con lo que dice Avieno en Aratect.. 710: quattuor inlustrat facibus rubor aureus adque bis gemino discreta situ mica ignipotens lux. [El rojo áureo ilumina con cuatro hachones y la luz dividida brilla poderosa en cuatro partes]. Así también usan la expresión Paulino de Nola, e. 5, 8; 32,17 y 18; carm. 27, 378 y Sidonio Apolin., carm. 2, 220 (vease Thes. ling, lat., II, 2008).

297.  [Así, pues, cuando los hombres hubieron conocido la naturaleza de los lugares y que los brazos de mar sirven igual que los río s, fundaron en ellos ciudades... como a orilla de los ríos].
 

298. Véase sobre este punto Arch. Am., 1923. Las ruinas se hallan en la parte del aluvión no cubierta aún por dunas; feliz casualidad, pues en otro caso no hubieran sido halladas, y, desde luego, no hubieran podido ser desexcavadas con comodidad.

299. Como Tartessos, también Vineta es una realidad histórica que después de su destrucción se ha convertido en legendaria. Vineta es el gran emporio  eslavo dejumme —corrompido luego en Jumneta, Vineta— que estaba en la extremidad Noroeste de la isla Usedom, extremidad que el mar cubrió mas tarde. Adán de Bremen la visito y describió en 1075 con brillantes colores (2,22). Fue destruida por los daneses entre 1075, fecha en que Adán la conoció, y 1175, fecha en que fue compuesta la crónica eslava de Helmold que refiere su destrucción (v. Leutz-Spitta en Mannud, 1917, 270; Hennig, Hist. Zeitschr., 1916, 16; Walt. Vogel, Geschichted deutschen Seeschiffahrt, I (1915), 153).

300. Sitz. d. Berl. Akad., 1910,1103.
 

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