TARTESSOS

 
                                                     

¿TARTESSOS O ATLANTIS?

 

Antonio García Montoya

 

 

Mucho revuelo ha despertado la noticia de que en Hinojos se pueden encontrar restos de la Atlántida. Todo el mérito reside en haber presentado unas fotos realizadas por un satélite y asociarlas con la Atlántida. Pero porqué unas fotos que pueden pertenecer a cualquier lugar del planeta se han identificado con la Atlántida, pues muy sencillo, porque recoge una vieja tradición historiográfica española que, digamos, está latente desde el mismo momento en el que Platón lo relató en el Critias y el Timeo. Ya Rodrigo Caro expuso la tradición muy antigua, expuesta en la obra histórica de Alfonso X el Sabio o de Ibn Jaldún, de que, según algunos, a Sevilla la fundó Atlantes el "Estrellero" (astrólogo), aunque ha perdurado la de que fue Hércules.
Pero digamos, que fue F. Amador de los Ríos el que se atrevió a identificar la pequeña región del Aljarafe sevillano con la Atlántida. Sin embargo, el gran recopilador de todas estas leyendas y estudios realizados sobre el tema fue el alemán A. Schulten. En su conocida obra, Tartessos, plena de erudición y con un importante estudio filológico sobre todas las noticias transmitidas por la antigüedad, de este emporio, nos hace una identificación entre la Atlántida y Tartessos, confrontando los datos transmitidos por Platón con los que el manejaba sobre Tartessos, y encuentra 20 coincidencias, no de lugares comunes sino de particularidades, que son difíciles que se den entre dos lugares distantes.
La ecuación Tartessos= Atlántida se convirtió en una obsesión para A.Schulten que el creyó encontrar en las proximidades de Sanlucar de Barrameda, en la orilla opuesta del Guadalquivir, ya en el coto de Doñana. Las ruinas que se exploraron resultaron ser un pequeño asentamiento pesquero de época romana.
Pocos son los que han recogido la estela de Schulten, aunque su teoría es conocida por la mayoría de historiadores y arqueólogos, su camino ha sido abandonado.
Yo creo en dicha ecuación, para mí el error de Schulten fue creer que las dos bocas del río Betis, que él buscaba, estaban en la costa actual del coto Doñana. Posteriormente, A. Caruz Arenas, en una ponencia presentada al primer congreso sobre Tatessos de Jérez de la Frontera, hizo un estudio sobre las distancias conocidas sobre la ubicación de Tartessos y creyó que la segunda boca del Betis desaparecida era la desembocadura del Guadiamar, a la altura de Aznalcázar, y, pensó, que en esta zona, o en sus proximidades, se debería encontrar Tartessos, lo que en cierta manera coincide con las fotos esgrimidas. Pero para mí, la boca meridional de las dos desembocaduras buscadas es la que se encuentra en las proximidades de Coria del Río, y es, alrededor de esta desembocadura vieja del Guadalquivir, por donde se debe buscar la ubicación de Tartessos.
Creer en la igualdad Tartessos= Atlántida es en cierta manera desmitificar, valga la expresión, el mito de la Atlántida. Todo el que ha leído el Timeos y el Critias sabe que la sociedad que se nos muestra es una sociedad parecida a cualquiera de las del bronce de la época, por eso no sé como es que a lo largo de la historia se ha especulado tanto sobre el elevado nivel de civilización de los atlantes. Sólo dos puntos resultan conflictivos, la antigüedad de 9000 años y el tamaño, mayor que Asia y Libia juntas. La primera cuestión, parece resuelta, teniendo en cuenta, que los egipcios primitivos y los tartessios, posiblemente, contaran por meses y los 9000 mil años fueran 9000 meses con lo que haciendo las operaciones pertinentes nos llevaría, como fecha de la desaparición de la Atlántida, los alrededores del primer milenio a. C. La grandeza de la isla puede ser explicada, en primer lugar, sabiendo que tanto Asia como Lybia no eran en aquella época lo que entendemos hoy en día como dos continentes, sino dos pequeñas regiones del mundo antiguo. Lo más probable es que en esta secuencia de definir la Atlántida, en un primer momento, se denominara así toda la P. Ibérica. El Dr. Vallvé cree que Al-Andalus no sea más que una corrupción del nombre con el que se conocía la Península en el norte de África, Atlanticum. En la descripción de Platón sobre la Atlántida se define una región de 3000 estadios de largo y 2000 de ancho que cuadran perfectamente con las medidas del valle del Guadalquivir, además protegido por los vientos del norte por una cadena de montañas que en nuestro caso sería la Sierra Morena. Por lo que la Atlántida a la que se refiere Platón se identificaría con las dimensiones de la Andalucía actual
Posteriormente, el asentamiento de la realeza, o digamos del poder burocrático, lo sitúa en una pequeña isla fluvial de 900 metros de diámetro.
Mi teoría se basa como he dicho anteriormente en considerar que Tartessos debe buscarse en la desembocadura antigua del Guadalquivir a la altura de Coria del Río, yo creo que Tartessos es toda el emporio extendido a lo largo de los últimos kilómetros del río, e, incluso, considero, que el nombre de Tartessos se deriva de las características orográficas de esa desembocadura, que al correr paralelo a la ladera de un cerro, un otero (al-Saraf en árabe), conservaría el nombre prerromano de este accidente geográfico, teso, aún utilizado en el español actual, y conservado en casi todos los pueblos andaluces para designar su lugar más elevado como al-tozano. Los griegos lo llamarían Tar-Tesos.
Según esto, el todo Tartessos sería el emporio constituido por: los campos de silos de Puebla del Río (que recuerdan los almacenes atlantes), Caura (Coría del Río) Orippo, Gelves (¿Lucurgentum?), Osset (San Juan), Santa Eufemia, Hispalis, El Carambolo, poblado del bronce de Valencina con sus dólmenes, Cerro Macareno y, quizás, Itálica, si se demuestra que hubo un poblamiento anterior a los romanos. Como centro administrativo de todo ese entorno, me inclino por Orippo, entre otras cosas, porque reúne las características, de ser una isla fluvial, por la etimología de su nombre "Ciudad del Río", que coincide con Tartessos otra ciudad del río de su nombre, y con una desaparecida Betis que, al igual que las anteriores, se identifica con el río, situada por Estrabón en estos lugares, y que podría ser Orippo.
Todo este artículo que al fin y a la postre es solo un resumen de mi teoría sobre la ubicación de Tartessos y la Atlántida lo pueden encontrar más desarrollado en mis artículos publicados en la Revista de Feria del Ayuntamiento de Dos Hermanas, los años 1989, 1990, 1991, 1999, y 2001, y que se pueden consultar en la Biblioteca Pública de Dos Hermanas, Pedro Laín Entralgo.
Puede ser que para algunos la pretensión de situar la capitalidad de esta identidad, Tartessos = Atlántida, en Orippo, resulte fantasiosa, pero, yo diría, que quien piensa así es el que tiene la fantasía metida en su cabeza, aquél que espera encontrar en los restos de estas ciudades grandes palacios y grandes construcciones que nos asombren a todos, los que conocemos el mundo de Tartessos no esperamos algo muy diferente a lo que supuso la excavación de El Carambolo.