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The Master RAMALA, canalizado por el Ramala Centre, Glastonbury

 

La Nueva Tierra - capitulo 3

Vibración y densidad


La ilusión de la separación, que aparece como parte integral de la actual experiencia humana, surge de nuestra preocupación terrena por el yo, y de la densidad del medio ambiente en el que vivimos sobre la Tierra. Ambos factores tienden a separarnos unos de otros y aislarnos de los mundos de Creación superiores. Una apertura de la conciencia hacia los mundos desconocidos que nos rodean constituye un elemento importante en nuestro desarrollo espiritual;  esto requiere que obtengamos de la ciencia Oculta una información más detallada sobre la naturaleza de las vibraciones y las densidades, para poder comprender los diferentes niveles o planos de la existencia.

 

La Ciencia Oculta explica que la materia está hecha de varias agrupaciones y combinaciones de átomos con sus respectivos electrones y protones, los cuales oscilan uno alrededor del otro en un movimiento vibratorio positivo-negativo, al tiempo que mantienen una distancia magnética fija uno del otro.

 

Todos los átomos, y la "materia" que forman mediante sus agrupaciones coherentes, vibran en diferentes rangos de frecuencia dependiendo de su propia complejidad y densidad; una frecuencia baja permite un conglomerado denso de átomos, una frecuencia más alta crea una materia menos densa, más espaciada hacia el exterior y más refinada.  Esto, a su vez, refleja su distancia del Centro de Pensamiento Creativo; la materia refinada de vibración de frecuencia más alta está más cerca del nivel espiritual superior del Origen, mientras que la materia más densa de baja frecuencia existe en las "orillas exteriores" del rango evolutivo más lejano al Origen. Dentro de este espectro continuo es conveniente identificar tres grandes divisiones de frecuencia vibratoria.

 

En la extremidad exterior del rango más alejado del Centro-de-Pensamiento se encuentra el denso Reino Físico, que es nuestro nivel actual sobre la Tierra.  Moviéndose hacia el Centro encontramos el siguiente gran nivel de vibración, menos denso y más tenue en lo tocante al espacio que toman sus átomos; este es el Reino Etérico (también conocido como nivel Mental), en el que la mayoría de nuestros planetas vecinos dentro de nuestro sistema solar reside actualmente. Próximo a la Mente Central-de-Dios de Pensamiento Puro encontramos los Reinos Espirituales Superiores de Luz, que son el hogar de almas más espiritualmente desarrolladas así como de los Maestros Ascendidos superiores y los Seres Angélicos.

 

Dentro de estos tres amplios niveles densos de lo Físico, Etérico y Espiritual, la ciencia de lo oculto identifica siete subdivisiones o niveles intermedios. También se explica que mientras nuestra experiencia conciente en la Tierra se manifiesta en el nivel más denso, todas las diferentes densidades coexisten y encuentran expresión en nuestros cuerpos y en el mundo que nos rodea.

 

“El que practica el ocultismo encuentra que la materia física existe en siete sub-grados u órdenes de densidad: Sólido, Líquido, Gaseoso, Etérico, Super Etérico, Sub Atómico, y Atómico. Partículas de todos estos grados entran en la composición del cuerpo, el vehículo físico. Sin embargo, el cuerpo físico tiene dos divisiones bien marcadas: el Cuerpo Denso, compuesto de sólidos, líquidos y gases, y el Cuerpo Etérico o Doble Etérico - como frecuentemente se le llama - que consiste de cuatro grados más finos de materia física. Cada partícula sólida, líquida y gaseosa del cuerpo físico está rodeada de una cubierta etérica: de ahí que el Doble Etérico, como su nombre implica, sea un duplicado perfecto de forma densa. En tamaño proyecta aproximadamente un cuarto de pulgada por encima de la piel.”

 

["The Etheric Double", por A. E. Powell, Theosophical Publishing House, Londres]

 

Entre las densidades de vibración física y etérica existe un importante nivel intermedio: el Reino Astral, compuesto de materia etérica de baja vibración. Este es el asiento de nuestras emociones, sentidos y memoria, y el nivel en el cual nuestra mente subconsciente trabaja, grabando todos nuestros pensamientos y experiencias en el éter en donde quedan almacenados en un banco celestial de memoria (Los Archivos Akásicos) para que más tarde los podamos recuperar y revisar. El subconsciente a nivel Astral también actúa como una voz interna, conciencia o agente de intuición en calidad de guía de nuestra conciencia en la Tierra. El plano Astral es usualmente el primer nivel al cuál llegamos después de la transición que llamamos "muerte".

 

Ya que la mayoría de las enfermedades se originan en el desorden mental o emocional, se manifiestan primero a nivel etérico antes de transmitirse al cuerpo físico. Muchas terapias de sanación de la Nueva Era y prácticas tales como la "Radiónica" y la sanación espiritual son aplicadas en el nivel Etérico y pueden, por lo tanto, ser conducidas a distancia sin que ocurra un contacto físico entre el sanador y el paciente. La sanación es efectuada por transmisión a través de materia etérica más fina que interpenetra lo físico y la cual no está sujeta a las mismas limitaciones físicas de tiempo y espacio.

 

Lo que se conoce en el pensamiento de la Nueva Era como el "Conocimiento Superior" existe como libre conocimiento disponible en los niveles superiores Etérico y Espiritual, pero la mayoría de nosotros no tenemos acceso a él desde el plano físico debido al “Velo de Olvido” que lo bloquea y que ha sido colocado entre nosotros y los mundos superiores para nuestra protección. Sin embargo, este conocimiento superior es en su mayor parte comunicado aquí en la Tierra por aquellos profesores y Maestros que son capaces de transmitir sus pensamientos directamente a una mente terrestre entrenada, conocida como "canal". Este proceso es posible en la Tierra a través de "canalizadores" los cuales han recibido entrenamiento durante largos períodos en sus vidas pasadas para abrir sus centros espirituales superiores. Sin embargo, es importante para el canalizador terrestre tener la capacidad de dejar a un lado sus emociones y preconcepciones terrenas, que, de otra manera, podrían colorear y distorsionar la comunicación. Los canalizadores usualmente pueden recibir la canalización al entrar en un estado de trance o, en casos de mayor evolución, directamente entrando a la mente consciente en forma de palabras, pensamientos o escritura automática. 

 

Aquí abajo, en el planeta Tierra, vivimos dentro de un nivel físico denso con un rango de vibración relativamente bajo, con un rango de percepción restringido a la percepción limitada, lo que se extiende desde las bajas frecuencias de sonido (16 a 20.000 ciclos por segundo), hasta el espectro superior visible de frecuencia de luz. El espectro de frecuencia de luz va desde el color rojo más bajo, moviéndose a través del naranja, amarillo, verde, azul y violeta hasta el punto en donde nuestra visión se detiene en el nivel ultravioleta. A medida que nuestra visión cesa por encima de este rango, somos incapaces de ver "materia" de alta vibración, ya que es totalmente invisible para nosotros, aun cuando de hecho nos rodea e interpenetra nuestra materia física. Para poder ver mundos vibracionales y materia superior debemos tener la capacidad de elevar nuestros propios niveles vibratorios hasta ese mismo nivel. Igualmente, con nuestra visión física, somos incapaces de ver la vida en otros planetas no físicos, como tampoco podemos ver las naves espaciales que visitan nuestros cielos, a excepción de aquellos casos en donde ellos mismos escogen bajar sus niveles vibratorios hasta nuestro propio nivel físico denso de percepción. 

 

“El Mundo del Espíritu tiene tantos planos diferentes de existencia como la cebolla tiene capas, cada uno formando una piel exterior que protege la anterior y suministrando un medio para contactar las experiencias que ese nivel en particular tiene que ofrecer. Estos planos son coexistentes con nuestro mundo físico, invisible para  nuestro lento sentido de la vista, y al mismo tiempo tan real como las ondas invisibles que transportan nuestros programas de radio.   

 

A medida que un Espíritu desciende, plano tras plano, y penetra en las profundidades de la experiencia, debe tomar un cuerpo con los órganos de los sentidos apropiados, para su manifestación en esa esfera en particular, de modo que esos sentidos puedan responder a la vibración de las cosas que existen dentro de esa esfera en particular. 

 

Sin esa vestimenta no le sería posible al individuo expresarse o recibir impresiones en el medio ambiente local, y las experiencias en ese plano en particular serían infructuosas.”  

 

["Full Cycle" por Ripley Webb – Marcus Books, Queensville, Notario, Canadá] 

 

De esta manera, invisibles para nosotros en este nuestro nivel físico sobre la Tierra, existen mundos enteros de rangos de vibración superior, habitados por Seres que no podemos ver, ni oír, ni tocar. Y como sus altos rangos de vibración hacen que sus cuerpos sean menos densos que los nuestros, ellos pueden fácilmente inter-penetrarnos aquí en la Tierra sin que siquiera nos demos cuenta de su presencia. Esta frecuente idea, que nos deja perplejos, puede ser rápidamente comprendida si tomamos en cuenta que toda materia "sólida" está compuesta por átomos que contienen "espacios" entre ellos.  

 

Se sabe, por supuesto, que aún en la sustancia más densa dos átomos nunca se tocan; el espacio entre dos átomos vecinos es increíblemente mayor que los mismos átomos. Hace tiempo, la ciencia física ortodoxa ha postulado un Éter que interpenetra toda sustancia conocida, tanto las más sólidas como las más gaseosas; y así como este Éter se mueve con perfecta libertad entre las partículas de materias mas densas, de la misma manera la materia Etérica la interpenetra a su vez, y se mueve con perfecta libertad entre sus partículas. Así, un Ser en el mundo Etérico podría ocupar el mismo espacio que un Ser que viva en el mundo físico; pero cada uno no tendría conciencia del otro, y de ninguna manera impediría el libre movimiento del otro.” 

 

["The Etheric Double" por A. E. Powell, The Theosophical Publishing House, Londres] 

 

Aunque la mayoría de nosotros no puede ver las manifestaciones de rangos de vibración más altos, éstos son experimentados en ocasiones por aquellos que han desarrollado, después de muchas vidas, una sensibilidad psíquica. Aquellos con percepción extra sensorial superior a veces pueden ver apariciones nebulosas como los "fantasmas", los cuales exhiben la habilidad de pasar a través del observador o de otros objetos sólidos.  Incluso algunos de nosotros que no poseemos una percepción extra sensorial altamente desarrollada podemos a veces darnos cuenta de una persona o un lugar que tiene buenas o malas "vibraciones". Todos podemos sentir subconscientemente, en nuestros niveles intuitivos más altos, aquellas vibraciones que se manifiestan alrededor nuestro. 

 

Las grandes diferencias en niveles de densidad y vibracionales también explican por qué no somos capaces de ver ninguna forma de vida sensorial cuando enviamos sondas espaciales terrestres hacia planetas vecinos. Todos los planetas habitados en nuestro Sistema Solar incluyendo su vegetación y formas de vida, ya no existen en este denso nivel físico vibratorio. Actualmente existen en la 4ª y 5ª dimensión/densidad  en el plano Etérico, un plano de vida y materia que nos rodea, que existe a un nivel vibratorio más alto y más tenue y que no es visible para nosotros, aunque es perfectamente sólido para ellos mismos. Cuando enviamos nuestras sondas espaciales exploratorias a los planetas vecinos, nuestra nave espacial, sin saberlo, pasa a través de estos planos vibracionales superiores y continúa descendiendo hacia la costra física del planeta habitado previamente, que desde hace mucho ha sido abandonado y que ahora está totalmente desprovisto de vida. Por ello, asumimos que no existen otros mundos habitados. 

 

Sin embargo, hemos tenido muchas comunicaciones y visitas de nuestros Hermanos Espaciales interplanetarios con el paso de los años a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, y estos han sido publicados en numerosos libros editados por algunas editoriales esotéricas poco conocidas. Un famoso “contactado” es Tuella, cuyas comunicaciones con nuestros Hermanos del Espacio han sido publicadas e incluyen mensajes de un vasto grupo de naves espaciales interplanetarias estacionadas dentro de nuestro sistema solar, conocidas como el "Comando Ashtar". 

 

Entre las muchas comunicaciones que Tuella ha tenido con el Comando Ashtar, en un momento determinado ella intenta aclarar – en su libro titulado "Ashtar : Un Tributo" – la naturaleza de los diferentes niveles vibratorios, al preguntar al Comandante espacial Ashtar sobre el nivel vibratorio superior "Etérico" en el que viven todos nuestros vecinos, los Hermanos del Espacio: 

 

Tuella: “Cuando dices que eres Etérico, debo asumir que has evolucionado más allá de la etapa de un cuerpo físico?”

 

Ashtar:  “Correcto. No poseo una envoltura física tan densa como la vuestra. Soy definitivamente etérico, como lo son todas las personas que habitan otros planetas en este sistema solar. Sin embargo, esto no significa que son invisibles uno con respecto del otro, como lo somos para vosotros en circunstancias normales. Podemos vernos y vivimos de manera similar a vosotros, pero no tenemos esta densa envoltura física que vosotros tenéis. Las ventajas, beneficios y comodidades que ofrece esta forma de vida son enormes, y las irritaciones de la envoltura carnal son sumamente incómodas. A menos que escojamos convertir la frecuencia vibracional de nuestros cuerpos en una que sea visible a vuestra óptica, permanecemos invisibles para vuestra gente. Sin embargo, la gente altamente evolucionada, con un buen ojo psíquico, como decís, puede en algunas ocasiones vernos en forma vaporosa, aunque seamos invisibles para otros terrestres en el mismo lugar. Cuando vuestros clarividentes viajan en sus cuerpos espirituales hacia nuestras civilizaciones en otros planetas, pueden ver y son capaces de interpretar nuestras vidas porque no están utilizando sus ojos físicos sino su vista astral o psíquica para la cual somos visibles, tanto como si fuéramos seres físicos.” 

 

Tuella:  “Tengo curiosidad acerca de la naturaleza de la materia etérica. Por ejemplo, existe un caso del que tenemos archivos en donde uno de nuestros jets voló directamente a través de una nave espacial, sin tocar nada sólido. ¿Acaso tus naves están hechas de una sustancia vaporosa o se trata de una forma diferente a la materia terrestre? 

 

Ashtar:  “Tenemos todos los elementos que conocéis en la Tierra y muchos más. La forma etérica de los metales difiere en su estructura atómica y molecular de aquellos fabricados en la Tierra. Por ejemplo, en el hierro Etérico, la distancia entre el núcleo y los electrones en órbita es mucho mayor que la del hierro físico, como lo conocéis en la Tierra.  Esto permite a los átomos del acero de la Tierra pasar directamente a través de los átomos del acero Etérico de tal manera que nada puede sucederle a una u otra forma de acero. La forma etérica del acero goza de una rango vibratorio más alto que el acero terrestre y, por lo tanto, no es aparente a la visión terrena o, si lo preferís, a la mirada física.

 

“En virtud de nuestro conocimiento de la Ley Universal, nuestro ser intrínseco consiste de un nivel vibracional superior al vuestro. Mirad, cada partícula del Universo está formada por moléculas cuyo centro contiene un átomo alrededor del cuál giran electrones y protones. Cada molécula de una estructura molecular diferente vibra a diferente frecuencia. El interior de una molécula es idéntico al formato del Universo. Los planetas giran alrededor de soles centrales; los sistemas solares alrededor de galaxias; las galaxias alrededor de un sol central universal. Cada molécula vibra en la frecuencia que cree apropiada para nuestra existencia.

 

“A medida que uno se vuelve más espiritual en su naturaleza, pensando únicamente en el bienestar de los demás y no en el poder ni en la avaricia, de igual manera vibrarán las moléculas superiores de ese ser que es uno. Conforme adquirimos conocimiento en nuestra dimensión, a estas moléculas les es posible vibrar tan rápidamente que la frecuencia se convierte en pura luz. Es por ello que nos nombramos las Fuerzas de la Luz. Dependemos de la luz del Origen – El Creador, Dios -, para poder existir.”

 

["Ashtar: A Tribute"  - compilado por Tuella – Guardian Action Publications, l985-Re-editado en l995 por Inner Light Publications, New Brunswick, NJ, EUA]

 

De esta manera, el estudiante del pensamiento de la Nueva Era, aunque quizá incapaz de ver o de sentir la presencia de los Seres que existen en otros niveles vibratorios, ahora puede, por lo menos, comprender su existencia. A medida que progresa nuestra evolución, conforme nos movemos hacia niveles superiores del ser, un rango mayor de percepción se abrirá para nosotros. Pero aún en estos momentos, ciertamente en estos momentos en particular, conforme luchamos a través de reinos más densos en nuestro viaje evolutivo, una creciente consciencia acerca de los reinos superiores puede abrir nuestra intuición a las muchas fuentes de guía y sabiduría que están disponibles para nosotros.

 

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