Hace dos
veranos se produjo una polémica encendida que saltó a casi todos
los medios nacionales - y a algunos extranjeros - debido a que
unos periodistas de un importante Diario Nacional - en su
investigación - descubrieron que el científico alemán
Rainer W. Kühne
literalmente estaba utilizando las fotografías de satélite,
hipótesis y descubrimientos de un investigador hispano-cubano,
Georgeos Díaz-Montexano,
que durante más de quince años investiga la Atlántida de Platón,
defendiendo la teoría de que esta era una civilización o emporio
de gran importancia que tuvo su asiento principal en Iberia y el
Marruecos occidental y cuyo colapso se produjo a finales de la
Edad del Bronce Mediterráneo, entre el 1500 o el 1300 antes de
Cristo.
Ahora, un equipo de científicos españoles ha creído factible la
búsqueda estos posibles restos en el área del Parque de Doñana,
en Huelva, junto a la desembocadura del Guadalquivir, río de
Andalucía que justamente era conocido en la antigüedad con el
nombre de Tartessos, como acreditan varios autores griegos y
romanos, en especial el célebre Estrabón.
Hace unos años Díaz-Montexano - partiendo de la base de algunas
investigaciones geológicas y sismológicas anteriores realizadas
por científicos españoles, portugueses y franceces - logró
reconstruir algunas fechas de posibles
tsunamis
que durante la Edad del bronce y principios de la Edad del
Hierro pudieron afectar en gran medida toda la costa suroeste de
Andalucía, desde Gibraltar hasta Huelva, y probablemente hasta
el Cabo de San Vicente en Portugal. Entre las fechas de tsunamis
precedidos por grandes terremotos propuestas por el investigador
hispano-cubano para esta época de finales de la Edad del Bronce
se hallan el 1500 y el 1300 antes de Cristo.
Recientemente, lo que no era más que una hipótesis de trabajo de
Díaz-Montexano, ahora parece que podría ser confirmado gracias a
los estudios científicos realizados por el equipo de
investigadores españoles encabezado por Sebastián Celestino y
Juan Villarías Robles, ambos del CSIC, y Ángel León, historiador
y profesor de secundaria de la Fundación Hogar del Empleado (Fuhem)
y el geólogo y profesor de la Universidad de Huelva Antonio
Rodríguez quienes han descubierto muestras del subsuelo de
Doñana, tomadas el verano pasado, que confirman la existencia de
al menos dos posibles tsunamis. Como explica el geólogo Antonio
Rodriguez: "...Donde tenía que
haber sólo arcilla -procedente de la sedimentación normal de una
zona permanentemente anegada por el agua- hay dos capas que
pueden tener un metro de concentración de arena...".
Según el científico de la Universidad de Huelva, esto quiere
decir que se produjeron dos episodios violentos, probablemente
tsunamis, y trabajos anteriores han encontrado muy cerca
evidencias de otros dos posibles tsunamis: uno sobre el
año 1500 antes de Cristo, una de las fechas propuestas por
Georgeos Díaz-Montexano, y otro en el 255 después de Cristo.
Según estos científicos españoles, al menos uno de los dos
tsunamis registrados en la marisma de Doñana, estaría
entonces entre esas dos fechas.
"...Esto cuadra perfectamente con la teoría de una ciudad
prerromana borrada del mapa...", comenta el profesor
Rodríguez.
Este estudio se ve reforzado por el hallazgo realizado por
Georgeos Díaz-Montexano hace unos años, de visibles estructuras
circulares y cuadrangulares, y otras con formas muy curiosas,
que sin duda no son naturales, y que pudieron ser descubiertas
mediante observación por fotografía aérea y de
satélite
y que fueron publicadas en su sitio personal, y en varios sitios
y portales de investigación histórica de Internet. Evidencias
que el equipo de científicos que ahora investiga en Doñana
también están usando como guía en sus investigaciones.
La posibilidad de hallarse la ciudad de Tartessos, o incluso la
acrópolis concéntrica circular de la Atlántida, como viene
defendiendo y demostrando el investigador hispano-cubano - con
la aportación de numerosas pruebas de calidad - desde hace más
de quince años, son realmente elevadas. En los años 2002 y 2003
Díaz-Montexano expuso en dos Universidades españolas (Barcelona
y Madrid), sus teorías e investigaciones ante los especialistas,
argumentando todos estas hipótesis y hechos que ahora están
siendo confirmados por los científicos españoles de la
Universidad de Huelva y del CSIC. En las mismas fechas el
polémico investigador descubrió la enorme similitud existente
entre la primitiva ciudad de Jaén, en marroquíes Bajos, y la
acrópolis de Atlantis, según la descripción que ofrece el gran
filósofo griego Platón en su diálogo del Critias o el Atlántico.
El asentamiento de
Marroquíes Bajos,
de cuyo núcleo central hay restos en la zona norte de la ciudad
moderna, al igual que la acrópolis de Atlantis, se organizaba en
cinco círculos concéntricos. Éstos estaban delimitados por fosos
excavados que canalizaban el agua que llegaba desde las faldas
de las montañas cercanas para luego distribuirse en el interior
de los anillos hasta las viviendas. Lo mismo podemos ver en las
descripciones que hace Platón sobre la funcionalidad de los
canales en torno a la ciudad principal de la Atlántida.
Según el investigador Díaz-Montexano, la ciudad calcolítica y de
la Edad del Bronce de Marroquíes Bajos se edificó con el mismo
diseño descrito por Platón. Las excavaciones arqueológicas han
demostrado que el núcleo principal era como una isla circular
rodeada de cinco fosos (como los cinco anillos que rodeaban a la
isla Atlantis), mientras que el diámetro del anillo exterior se
ha calculado en unos 1.900 metros. El hispano-cubano señala que
según Platón el ancho máximo, o diámetro, de los cinco anillos
sumados era de 11 estadios, que multiplicados por la media
conocida de 177,6 metros por estadio ofrece la suma de 1.953,6
metros, apenas unos 54 metros de diferencia con respecto al
diámetro máximo de los anillos de la ciudad de Marroquíes Bajos.
El investigador hispano-cubano señala que, según Platón, la
Acrópolis de Atlantis se hallaba distante del 'thalattas' (en
Griego, ‘agua salada’ o ‘agua de mar’) tan sólo a unos 50
estadios, que serían unos 8 o 9 km. La única manera de poder
asociar la primitiva ciudad circular concéntrica de Jaén con la
Acrópolis de Atlantis sería demostrando que a finales de la Edad
del Bronce el agua salada del mar llegaba hasta un punto
distante, aproximadamente, en unos 9 kilómetros del actual
asentamiento de Marroquíes Bajos. Sin embargo, esta posibilidad
es muy remota, casi imposible, y además el sitio se encuentra en
un punto demasiado alto para que pueda haber sido tragado por
una inundación o tsunami.
"...Creo - mantiene el experto en los códices y manuscritos de
Platón - que la existencia de la primitiva ciudad concéntrica de
Jaén - tan similar a la acrópolis de Atlantis - podría demostrar
que éste era el patrón arquitectónico usado por determinados
pueblos de Iberia durante el Calcolítico y la Edad del Bronce,
pueblos que serían los mismos que Platón describe bajo el nombre
de Atlánticos, es decir, pueblos de las costas atlánticas. La
ciudad de Marroquíes Bajos fue edificada por estos pueblos que
podríamos llamar (como lo hizo Platón) 'atlantes' o
'atlánticos'; pueblos del Calcolítico y del Bronce de la
Península Ibérica, que no sólo habitaron en Andalucía, según se
deduce de los últimos hallazgos en otros lugares de Iberia como
en la propia capital de España, Madrid...".
De este modo, hasta la fecha, la ciudad circular concéntrica de
Marroquíes Bajos de Jaén es la que más se aproxima - más allá de
cualquier duda razonable - a las descripciones que ofrece Platón
de la ciudad principal de Atlantis en cuanto al diseño
arquitectónico y las medidas de los fosos circulares y demás
estructuras de canalización.
Según Díaz-Montexano, las coincidencias no acaban en la
anteriormente expuesto, también Díaz-Montexano ha descubierto en
una cerámica de finales del Bronce y principios de la Edad del
Hierro, hallada en Jaén, y que se exibe en el Museo Arqueológico
Nacional, en Madrid, el mismo diseño de la ciudad concéntrica de
Atlantis y de la Jaén pre-romana. “…Asumir que en las cercanías
de una ciudad tan importante como esta, que además presenta en
sus fases pre-históricas y proto-históricas un diseño
arquitectónico casi idéntico - hasta en los detalles - al
descrito por Platón en el Critias, aparezca una cerámica con una
clara representación del esquema arquitectónico de la acrópolis
de Atlantis, y que todo ello no sea más que una mera conjunción
de casualidades atenta contra el más elemental sentido común…”
No parece tampoco casualidad que solamente en Iberia se hayan
descubierto otros restos de cerámicas de finales de la Edad del
Bronce con estos símbolos que representan un esquema idéntico o
muy similar al de la ciudad de Atlantis, compuesto por varios
anillos o círculos concéntricos, y desde cuyo centro se extiende
una línea (como un canal) hacia el exterior de los anillos,
coincidiendo con las descripciones de Platón, en definitiva, un
motivo pictórico que Díaz-Montexano ha denominado como
“Concentric Rings and Channel” o "símbolo de la Atlántida".
Tampoco parece casual que solamente en Iberia, en Jaén, se
hallan encontrado estos restos de una antigua ciudad circular
concéntrica que alternaba fosos circulares de agua con anillos
de tierra sobre los que edificaban y que eran conectados
mediante puentes, así como complejas canalizaciones que servían
para traer las aguas de las montañas; todo casi exactamente
igual a como describe Platón en el Critias. Ciudades circulares
o con fosos de protección alrededor se conocen algunas en otros
sitios de Europa, pero ninguna como la de Jaén - con estas
características tan complejas e hidraúlicas, tan similares a la
ciudad principal de la Atlántida - ni tan antigua como la ciudad
concéntrica circular de Jaén. Igualmente cerámicas con simples
círculos concéntricos podrán hallarse en muchos lugares del
Mediterráneo, perteneciente a otros pueblos como griegos,
fenicios y etruscos, pero cerámicas con símbolos de “Anillos
Concétricos y Canales”, como el esquema de Atlantis, solamente
aparecen en Iberia - al menos hasta la fecha - como ha
demostrado el investigador hispano-cubano.
Todas estas evidencias físicas, o pruebas, permiten deducir que
pudo existir una ciudad mucho más grande e importante que la
primitiva ciudad concéntrica de Jaén, en algún punto más cercano
a la desembocadura antigua del río Tartessos o Guadalquivir,
como bien podría ser muy cerca de la actual Sevilla, o incluso
en algún punto del parque de Doñana como ya defendiera en 1672
el cronista real de España, José Pellicer de Ossau i Tovar. Y es
evidente que cualquier ciudad similar a la hallada en Jaén que
se pueda encontrar en un punto mucho más próximo a los 50
estadios (9,5 km) de la antigua línea de costa, que ofrece
Platón, no podría ser otra que la misma acrópolis de Atlantis.
Como ha demostrado el investigador hispano-cubano, sin duda
alguna, Platón localiza la Isla o Península (en griego Nêsos)
Atlántica delante de la boca o estrecho que en los tiempos de
Solón y de Platón eran conocidos como Columnas de Hércules. Este
accidente geográfico en aquellos tiempos (siglos VI-IV a.C.) era
identificado con el actual estrecho de Gibraltar, lo que se
confirma al señalar Platón - supuestamente según la información
que los sacerdotes egipcios ofrecieron a Solón dos siglos antes-
que una región y extremidad de la Isla o Península Atlántica se
denominada aún en los tiempos de Solón o de Platón como Gadeira
(pronunciado Gadira); la misma Gadira fenicia y Gades romana que
hoy se conoce como Cádiz, provincia de la región de Andalucía,
España.
"...Durante cientos de años
- explica Díaz-Montexano -
hemos arrastrados con un
concepto erróneo de que la Atlántida se hallaba más allá de las
Columnas de Hércules , en el medio o centro del Océano
Atlántico, cuando Platón ni siquiera menciona la palabra griega
Ôkeanós (Océano). Platón dice de manera muy clara que la
Atlántida se hallaba ubicada en el piélago Atlántico (Atlantikou
Pelagos) o archipiélago Atlántico , en el vestíbulo del golfo
(Golfo de Cádiz), delante (pro tou stomatos) y casi en la boca o
desembocadura conocida como las Columnas de Hércules . Estos
puntos geográficos - claramente identificados desde la
antigüedad - demuestran que la isla o península de Atlantis solo
podía hallarse muy cerca de la boca de las Columnas de Hércules,
en el vestíbulo del Golfo Atlántico o de Cádiz... En todo
momento se ubica tanto a la Isla-península como al archipiélago
de islas Atlánticas en el Atlantikou Pelagos , es decir, en el
"Piélago del Atlántico" , que es lo mismo que decir en el "
Brazo de mar" , " Canal o Estrecho de Mar" de las Columnas de
Hércules (Gibraltar) como lo demuestra la sustitución de la
palabra griega 'Pelagos' por la latina FRETUM en las
traducciones e interpretaciones latinas realizadas ya desde la
propia antigüedad como en la del neoplatónico Calcidio,
realizada en el siglo IV..."
De todo lo anterior se deduce que no es nada científico seguir
divulgando falsas hipótesis sobre otras absurdas localizaciones
de la Atlántida en Indonesia, el Caribe, Cuba, México, los
Andes, Islas Británicas, Creta, Santorini, Chipre, Israel, etc.
Hipótesis, o más bien especulaciones - la mayoría pseudo-científicas
- que intentan re-ubicar a la isla Atlantis hasta en los lugares
más recónditos y apartados de la única situación geográfica
ofrecida por Platón, o sea, de Iberia, y en concreto de las
costas del suroeste de Andalucía.
Concluye Díaz-Montexano: "... Si existió alguna vez una
auténtica ciudad concéntrica circular, en la que Platón (o Solón)
basó su narración sobre la Atlántida, sin duda alguna, esta
ciudad solamente pudo estar en algún punto de las costas de
Andalucía, y relativamente cercana al estrecho de Gibraltar..."