La acepción que la palabra Iberah tiene en esta obra no tiene referencia directa con los pueblos Íberos antiguos de la Iberia europea o de la antigua Iberia caucásica, sino con el centro intraterreno de Iberah o Ibez, el cual, fue el primer núcleo activo del planeta que trató con la estabilización del magma central y dio inicio a la Tercera Raza Raíz. Así pues, el arcaico término de Íbero no guarda relación alguna con éste primer núcleo planetario… ¿O talvez sí…?

Uno de los textos conocidos más antiguos en el que se nombra a los íberos se lo debemos a Rufo Festo Avieno, quién hacia el siglo IV a.C., trascribe al latín un texto más antiguo, datado hacia el 600 a.C. y denominado la Ora Marítima. Este texto narra un periplo marsellés por la antigua Iberia, en la que aparecen unas extrañas costumbres relacionadas con una ‘diosa infernal’ íbera que habita en una cueva… pero disfrutemos de éste bello texto en latín:

Iugum inde rursus et sacrum infernæ deæ

divesque fanum, penetral abstrusi cavi

aditumque cæcum, multa propter est palus

E(t)rebea dicta, quin et Herbi civitas

stetisse fertur his locis prisca die,

quæ pr(o)eliorum absumpta (tem)pestatibus

faman atque nomen sola liquit cæspiti

at Hiberus inde manat amnis et locos fecundat

unda. plurimi ex ipso ferunt

dictos Hiberos, nom ab illo flumine

quos inquietos Vasconas prælabitur.

nam quicquid amnem gentis huius adiacet

occidum ad axem, Hiberiam cognominat.

   [Avieno; Ora marítima, Fontes Hispaniae Antiquae I]

  La traducción de este texto nos dice lo siguiente:

«Después, nuevamente un cabo y el rico templo consagrado a la Diosa Infernal, con cueva en oculta oquedad y oscura cripta. Cerca hay una gran marisma llamada Erebea. También se cuenta que hubo primitivamente en estos lugares la ciudad de Herbi, que aniquilada por 1as tempestades de las guerras, ha dejado tan sólo su fama y su nombre a la comarca. Después mana el río Hiberus, cuyas aguas fecundan estos lugares. Muchos afirman que de él reciben nombre los íberos, y no del río que corre entre los inquietos vascones, y toda la tierra que está situada en la parte occidental de dicho río es llamada Iberia. [Avieno, Ora marítima]»

 

Este texto antiguo nos deja cumplida muestra de un rito ancestral a la diosa infernal o ígnea que habita en las profundidades en cuevas o cavernas… ¿es esto sólo una coincidencia o hay algo más…?

En la raza Lemuriana, el centro regente del planeta se situaba en su superficie interior, en la ciudad que correspondía al auténtico centro regente planetario, regido por consciencias cósmicas que en los planos sutiles velaban por el desarrollo armónico del planeta. Este núcleo, conocido como Iberah o Ibez, aunque existente actualmente, fue interiorizado después del fin de la raza humana lemúrica, y sustituido después durante el advenimiento de la raza Atlante por el centro de Shamballah o Agarttha, como la conocen actualmente sus pobladores.
El centro planetario en aquel recién materializado planeta, se estableció para trabajar con la sustancia matriz del mismo y con su propia esencia,
el fuego
que estaba siendo interiorizado y controlado para que fluyera como la sangre vivificante de la materia planetaria. Pero su energía era demasiado potente para la futura humanidad que no soportaría el contacto directo con la misma…

Hemos de recurrir ahora a José Trigueirinho Neto para conocer su propia definición de esta mítica ciudad:

<< Iberah es uno de los núcleos ocultos que sustentaron el desarrollo espiritual del planeta. Antecesor de Shamballa, se formó como centro regente de la Tierra en épocas tan remotas que se las considera legendarias. Sus espejos se proyectan en diferentes puntos de América del Sur, entre ellos: en el centro del Brasil, en la región de la laguna de Iberá (Corrientes, Argentina) y en la región de Viedma (Río Negro, Argentina). [José Trigueirinho Neto; Léxico Esotérico] >>