TARTESSOS

 
                                                     

POSIBLES CONSTRUCCIONES ATLANTES

CERCA DE GIBRALTAR

 

  Scientific Atlantology International Society (SAIS). Madrid, 10/12/2005

 

 


El uso de piedras blancas, rojas, y negras en antiguas construcciones anteriores a la época romana.

 

El investigador Hispano-Cubano Georgeos Díaz-Montexano ha descubierto el uso de una técnica de construcción donde se alternan bloques de piedras de color rojo, con otros de color blanco o claro y otros de color negro u oscuro. Este hecho que en principio parecería poco relevante a la mayoría de los estudiosos y arqueólogos presenta un enorme valor para los investigadores de la Atlántida, pues es la primera vez que se reporta el uso de esta combinación de colores en construcciones antiguas que podrían remontar a la Bronze Age, pues han aparecido por debajo de construcciones de una ciudad romana.

El hallazgo lo ha realizado Díaz-Montexano justamente en las ruinas de una ciudad antigua que ya existía desde la Edad del Bronce y que mucho después fue conquistada por los romanos. Se trata de la ciudad de Baelo Claudia, la cual se halla muy cercana a los Pilares de Hércules, o sea, justo como dice el Timaeus: “pro tou stomatos” o “ante la boca” de las Estelas de Herakles o estrecho de Gibraltar.

Curiosamente esta ciudad sufrió al menos dos terremotos y un tsunami, según muestran las evidencias que han recogido los sismólogos españoles.

Díaz-Montexano ha estudiado las ruinas de la ciudad y ha descubierto como debajo de los edificios de la ciudad romana, aparecen restos de otra ciudad mucho más antigua, sobre la que se superpuso la romana. Esta ciudad - anterior en el tiempo - combinaba las piedras de color rojo o rojizas con las piedras de color blanco o claro y con piedras de color negro u oscuro, que en su época debió provocar una imagen bastante agradable a la vista.

Aunque en las fotos se pueden apreciar bastante bien estas combinaciones de colores, todos los investigadores que han visitado el lugar coinciden en que, en directo, es decir, cuando se está en el mismo sitio arqueológico, los colores se muestran mucho más intensos y definidos de lo que se puede apreciar después en las fotos.

Los estudios geológicos demuestran que las piedras rojas y las de color oscuro eran traídas desde algunos kilómetros de distancia (aunque no muy lejos), pues la mayoría son piedra tipo Gossan y basaltos que no se hallan en el mismo sitio inmediato que rodea al yacimiento; lo que demuestra que existía una clara intencionalidad y que no se debe a una mera casualidad debida al hecho de tratarse del tipo de roca que abunda en el sitio; aunque la mayor evidencia la proporcionan las propias construcciones romanas, donde estas piedras apenas existen (solamente en unos pocos casos aislados que se debe a una reutilización del material de la ciudad que existía anteriormente); Los romanos construyeron el 99% de sus edificios con la piedra que es propia del lugar que es una caliza de color claro.

En el Critias podemos leer:

“... cortaron la piedra de debajo de la isla que está en el medio y de debajo de los círculos exteriores e interiores; en parte eran de color blanco, negro y rojo. Cuando las cortaban, a la misma vez construían dársenas dobles en el interior, techadas con la misma piedra. Unas construcciones eran simples, otras mezclaban las piedras de varios colores y las entretejían como un puzzle con gracia, haciéndolas naturalmente placenteras.....” (Critias de Platón; 116a-116b. Traducción de Georgeos Díaz-Montexano, 2000)

La definición de las palabras usadas por platón para referirse a los colores es la siguiente:

Leukon: “blanco; luminoso, brillo, brillante”
Melana: “negro, oscuro” (con matices que tienden hacia el marron o carmelita oscuro, pardo, gris oscuro, negro)
Eruthron: “rojo, bermelló” (el rojo del vino tinto y de la sangre)

En las ruinas antiguas de Baelo se observan estos mismos colores combinados.

Galería de imágenes
 


Este importante descubrimiento es una confirmación más de las teorías de Díaz-Montexano sobre la identificación de la isla o península de Atlantis con la misma península de Iberia, pues en el Critias y en el Timaeus se afirma que Atlantis era una Nêsos (palabra que se podía traducir como isla o también como península), que se hallaba justo “pro tou stomatos”, “ante la boca”, de los Pilares de Hércules (Gibraltar), y también en el Critias se afirma que la isla (o península) Atlantida se dividió en 10 distritos o regiones, y una de estas diez regiones se denominaba en el idioma indígena (epichoriôn) de Atlantis como Gadeira, y esta región se hallaba muy próxima a los Pilares de Hércules. Sin duda se trata de la misma Gadeira o Cádiz, que en efecto siempre ha estado muy próxima a los Pilares de Hércules (Gibraltar) y siempre ha sido una región o distrito de la península de Ibêria.

Según Díaz-Montexano: “...no existe ninguna duda de que la isla (o península) Atlantida que se describe en el Timaeus y el Critias es la misma península (o isla) de Ibêria. La lexicography demuestra que los antiguos griegos, desde antes de los tiempos del legislador griego Solón, usaban la palabra Nêsos para definir lo mismo a las islas que a las penínsulas. Y el análisis de los textos geográficos, y de la literatura griega anterior a los tiempos de Solón, ha permitido a los expertos en historia de la Cartography determinar que entre la época de Homer y hasta después de morir Solón, en la época de Hekateos, los griegos tenían la idea de que el territorio donde se halla la actual península de Ibêria era una gran isla, y que por encima de ella habían “otras islas”, justamente esto es lo que se describe en el Critias y el Timaeus. La concepción del mundo antiguo – y de Atlantis - que se refleja en estos textos, es la misma que existía en los tiempos anteriores a Solón...”