La TRIADA MEDIA (Virtudes, Dominios y Principados) es la de las potencias
ordenadoras y equilibrantes
que
actúan en el conjunto del sistema planetario. La TRIADA SUPERIOR (Tronos, Querubines y Serafines) es la de las potencias radiantes e inspiradoras que actúan en el conjunto del cosmos. Forman parte de la esfera divina propiamente dicha pues, por esencia, están como Dios fuera del espacio y del tiempo aunque manifiestan en ellos a la divinidad.Añadamos que cada orden de potencias de esta vasta jerarquía recibe el influjo de las superiores y actúa sobre todas las que están debajo, aunque no sobre las que están encima.
Señalemos también que las esferas de actividad de las potencias se penetran sin confundirse, y que las condiciones de espacio y tiempo varían en cada ternario de la jerarquía. La esfera de ángeles, arcángeles y principios que es la inmediatamente superior al hombre y en la que se sumerge durante el sueño, es la esfera astral también llamada
esfera de la penetrabilidad. En ella reina la cuarta dimensión, es decir, que los seres se penetran sin confundirse. Las distancias están suprimidas o modificadas.
Las cosas se unen inmediatamente por simpatía o antipatía. La esfera de las potencias del segundo ternario es la
esfera espiritual
que
podríamos llamar también la
esfera de la expansión
y la
concentración. Dominan en ella las dimensiones quinta y sexta, es decir, la creación en el vacío mediante la afluencia de fuerzas del infinito. Con el tercer ternario entramos en la más elevada esfera divina, la del Infinito y el Eterno, que está por encima del tiempo y de espacio pero que los rige.La escala de las potencias tiene al fuego-principio como trono, por centro la trinidad divina, y como corona la triada seráfica. La luz, la vida y la verdad se proyectan desde arriba bajo el efluvio de los tres Verbos, a través de los Elohim y los arcángeles, para clavarse en el hombre con la llama de Lucifer. Todos los rayos divinos se concentran en el hombre para que en él vuelva a brotar un ser, una luz y un verbo nuevos.Mediante esta cadena Dios-los-Dioses
13,
los Elementos y el Hombre forman un todo solidario e indivisible que se genera, se organiza, y evoluciona de manera constante, paralela e integral. Los dioses superiores engendran a los dioses inferiores los cuales, a su vez, engendran a loselementos cuya materia no es sino apariencia y de los que elhombre, en germen en ellos desde el principio, setransforma poco a poco en centro y eje.Contemplado de arriba abajo, este cuadro muestra elrayo por el que los dioses ven el mundo del hombre: es ellado de la luz. Visto de abajo arriba representa el prismapor el que el hombre percibe el mundo y los dioses: es ellado de la sombra.Veamos ahora el trabajo de las potencias en lacreación.
13. Dios-los-Dioses es una de las traducciones de la palabra
hebrea Aelohim. Véase la nota 11.
5. Según !a tradición, los Vedas son los libros más antiguos que
existen, una verdadera Biblia hindú anterior en mucho tiempo a la Biblia
hebrea. Los textos primitivos se desperdigaron hasta que muchos años después un
rishi los coleccionó ordenadamente en su forma actual. Este rishi llamado
Viasa, que significa "el que ordena", vivió según parece en la segunda edad o yuga del mundo.
6. Véase Heráclito, Fragmentos, 30, 31, 64-67, 76, 84a, 89, 90. 7. Es interesante comparar la vieja idea de Heráclito según la
que todo el mundo visible procede del fuego, es decir, del calor, con
algunos descubrimientos de la astronomía moderna basados en el estudio
espectroscópico de las estrellas. Parece que las diferencias esenciales que existen
entre los diferentes tipos de estrellas desde el punto de vista de su
composición química, se deben a temperaturas diferentes. Cuando la
temperatura aumenta, las rayas espectrales de los elementos químicos ordinarios
son substituidas por las «rayas reforzadas» que son más simples. Ello parece
indicar un disloque de los elementos químicos en lo que han sido llamado «protoelementos» Cuando la temperatura sigue aumentando, estos protoelementos se descomponen a su vez en otros elementos cada
vez más ligeros y simples, para llegar finalmente a la transmutación de
todos ellos en hidrógeno y helio. De estas investigaciones se deducen dos
grandes ideas:
la de una evolución química y térmica de las estrellas y la de la transmutación de los elementos químicos mediante el calor.
9. Literalmente «santo». Nombre de una raza que llegó a la India
en el período védico (véanse notas 5 y 39). Originariamente era el nombre de
los rishis que habían dominado las cuatro sublimes verdades que la miseria y el
dolor son los compañeros inevitables de la existencia física, que el
sufrimiento es intensificado por las pasiones humanas, que la destrucción y
extinción de todos los sentimientos es posible para el hombre «en el
sendero», y la vía o senda que conduce a dicho resultado.
10. Génesis XXVIII, 12 y 55. Este sirve de referencia a
numerosas obras herméticas. Es la primera plancha del MUTUS LÍBER o Libro Mudo (alquimia), se encuentra comentado en DE SIGNATURA RERUM, de Boehme, etc. 11. Aelohim es el plural de la palabra con la que caldeos y
hebreos designan al ser supremo. Literalmente significa EL-ellos- los
que-son. Según Fabre d'Olivet esta palabra sirve para designar al conjunto
formado por la divinidad -EL- y todas las demás potencias celestiales
inferiores hasta llegar al hombre.
12. Se le cita nominalmente en los Hechos de los Apóstoles como
uno de los que se convirtieron oyendo predicar a San Pablo en el Areópago
de Atenas. Fue obispo de Corinto y sufrió persecución en tiempos de
Diocleciano. Siglos después su nombre se unió a algunos escritos teológicos
de origen desconocido de hacia el siglo V, que son los que circulan
atribuidos al Pseudo Dionisio Aeropagita.