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SITUACIONES ESTELARES DE LOS 22 DIAS DE FIESTA

FIJADOS HACE 5300 AÑOS Y FENÓMENOS COINCIDENTES

 

  FRANCISCA MARTÍN-CANO ABREU

     

 

 

ESTA PÁGINA TIENE SU PROPIO FONDO MUSICAL

MARTÍN-CANO, F. (1999-2002): Situaciones estelares de los 22 días de fiesta fijados hace 5.300 años y fenómenos coincidentes (ex-Calendario astronómico prehistórico). Artículo presentado en las VII Jornadas Astronómicas del Planetari de Castelló. Marzo de 1999. (Actas en prensa).

(ex-Fechas de situaciones estelares de días de fiesta de la religión agrícola de hace 5 milenios, desfasadas 75 días respecto a las fechas de similares eventos astronómicos actuales)

Resumen: Presentamos en este artículo el resultado de nuestras investigaciones que nos han permitido el descubrimiento de las 22 fechas de los días de fiesta sagrados cuando fueron fijadas hace 5.300 años.

Para elaborar nuestra hipótesis nos hemos basado en un estudio interdisciplinar en trece campos que comprende las aportaciones parciales que integran la totalidad en tres dimensiones: el mundo Científico, el mundo de las Creencias que se refleja en el arte y el mundo de la Sociedad, que aportan abundantes argumentos y testimonios que lo apoyan. Es decir que lo hemos hecho desde la visión que aporta la nueva ciencia que engloba todas las disciplinas que estudia el grado de conocimiento de la Astronomía que tenían nuestros ancestros, desde la: "Arqueoastronomía Global", que no sólo analiza los motivos artísticos realizados por nuestros ancestros, sino otros elementos como los mitos, nombres de constelaciones y rituales heredados por diversos pueblos históricos, en los que han dejado su huella, ya que es allí en donde reflejarían su saber astronómico.

 


Las constelaciones de estas 22 precisas situaciones estelares dan fundamento astronómico a las más arcaicas ceremonias festivas-religiosas desde el nacimiento de la religión. En el presente trabajo mostramos algunos ejemplos que ilustran nuestra propuesta: los rituales intentaban asegurar fenómenos, que se esperaban coincidentes con las constelaciones en precisas situaciones estelares de los días de fiesta.

 

Así como las constelaciones en situaciones estelares de los días festivos y los fenómenos coincidentes, dan fundamento astronómico al origen de los más arcaicos mitos religiosos y a las obras de arte, plasmación de los mitos de diversas religiones herederas: tanto de las religiones Mistéricas de principios de época histórica, como de las religiones agrícolas y animistas de pueblos primitivos y de la religión "revelada" cristiana, que conserva las fechas de los días de fiesta arcaicos, pero no los hechos astronómicos en que se fundamentaba.

 

Summary: Prehistoric astronomical calendar/Dates of situations. Martin-Cano affirms that the 22 dates of the sagradas holidays, conserved by the Christian religion were fixed 5,300 years ago.

 

 

1ª parte

 

OBJETIVO

El objetivo de nuestra comunicación a las VII Jornadas Astronómicas del Planetari de Castelló es exponer las conclusiones de nuestras investigaciones interdisciplinares durante siete años, que nos han llevado a descifrar:

  • 1º - El significado astronómico de las manifestaciones plásticas, desde la Prehistoria hasta la Edad del Bronce.

  • 2º - También nos ha permitido descubrir las fechas de las situaciones estelares de los días de fiesta de hace 5 milenios, que marcaban las diferentes etapas del crecimiento de la vegetación.

  • 3º - Su coincidencia con fenómenos meteorológicos y los rituales celebrados con tal ocasión, para pedir a la Madre Naturaleza que los asegurara, para tener buenas cosechas.

Algunas consideraciones

Hoy día es generalizado creer que los primeros astrónomos que observaron los cuerpos celestes y llegaron a conclusiones "científicas" fueron los Sacerdotes sumerios de la civilización estatal patriarcal mesopotama, que a partir del III milenio adne inventaron un calendario zodiacal, que constaba de doce meses lunares, tiempo en el que el sol recorre de forma aparente los doce signos zodiacales por la eclíptica en su viaje anual. Y cada signo correspondía a un mes lunar en que dividieron el año, más otro mes que intercalaban cuando era preciso, debido al desfase de considerar el año de 360 días.

Pero antes de que en tiempos históricos estos Sacerdotes varones observaran y registraran las diferentes posiciones de los astros en el cielo, en Caldea habitaban primitivamente otros pueblos, de quienes existe evidencia que tenían conocimientos anteriores muy precisos y nada de rudimentarios, que compartían y extendieron a otros pueblos de numerosas regiones distintas: tanto en astronomía, como en agricultura, metalurgia, escritura y otros numerosos progresos técnicos.

Y mientras los conocimientos oficiales de Mesopotamia en Astronomía era los del calendario zodiacal y los planetas, que pasaron al mundo oficial de Egipto y a Grecia, en ciertos núcleos se siguió conservando de forma paralela y secreta otros conocimientos superiores: los astronómicos asociados a fenómenos.

 

OBSERVACIÓN DE LA NATURALEZA

En realidad los primeros que observarían "científicamente" los cuerpos celestes que sobresalían en el cielo en diferentes épocas, serían nuestros ancestros del Paleolítico hace más de 40.000 años (son los primeros de los que queda evidencia artística), personas que se alimentaban de la recolección de vegetales, frutos, semillas, cereales, bayas, miel... y la caza de animales herbívoros. Y por tanto necesitaban conocer, por un lado el orden de las estaciones y el de las constelaciones cíclicas y por otro los fenómenos característicos de cada estación, fenómenos cíclicos a lo largo del año (lluvias, vientos, calor, helada...), ya que este conocimiento era necesario para saber si el alimento sería abundante o no, ya que el crecimiento de los vegetales y de los frutos dependía de la presencia esperada de los fenómenos cíclicos. Y alimentos vegetales de los que se alimentaban directamente al recolectarlos, o era la dieta de los animales herbívoros cazados, de los que también dependían.

Y posteriormente en el Neolítico, que empezó en el año 10000 adne, tal observación astronómica y climática sería llevada a cabo por personas dedicadas a la agricultura para conocer los fenómenos cíclicos de cada estación, de los que dependía la germinación de la semilla y el crecimiento de la vegetación, ya que este conocimiento era necesario para saber el momento adecuado para la siembra, si estaba cercana la recolección, o la helada, o la canícula, etc. Y sobre todo tal observación también sería realizada por las Sacerdotisas encargadas de dirigir los rituales a la Diosa Madre, ya que esperaban de forma mágica convencerla de que asegurara la presencia cíclica de los fenómenos de los que dependía la cosecha.

 

Agricultoras y Sacerdotisas

Y sólo eran mujeres las agricultoras y las Sacerdotisas encargadas de tales menesteres, porque así lo evidencia la Arqueología: desde el nacimiento del arte en el Paleolítico y hasta la Edad del Bronce, entre las figuras antropomorfas sólo aparecen imágenes femeninas. En palabras de Campbell (1991, 241): "la Diosa es la única divinidad visualizada en aquel entonces.".

Y Atienza reitera [1991, 392 (112)]: "Las primeras manifestaciones de carácter claramente religioso que se conocen, procedentes de aquellas remotas edades, tienden a la divinización de un elemento generador femenino primordial, representado por vulvas más o menos esquematizadas y por figuras femeninas de atributos sexuales extremadamente marcados: pechos, caderas y órganos externos."

Manifiesta Pomeroy en (1987, 96O): "Los cultos femeninos eran supervivencias de un período matriarcal cuando toda la religión estaba en manos de mujeres."

Incluso a principios de época histórica, todavía eran Sacerdotisas caldeas-sumerias las más antiguas astrónomas que estaban interesadas en contemplar las estrellas en Mesopotamia. Existe evidencia tanto arqueológica como mítica y literaria, ya que según narra Heródoto / Herodoto del siglo V adne, pasaban la noche junto a una mesa de oro mientras contemplaban las estrellas en la cúspide del Templo / observatorio astronómico Khorsabad, situado encima de la última torre del zigurat.

En palabras de Sureda (1987, 304):"Según Herodoto, en la cúspide del zigurat se disponía un lecho para que el dios copulase con la sacerdotisa. Para el historiador griego Diodoro Sículo, que vivió en el siglo I a. J.C., en estos templos «los caldeos hacían sus observaciones de las estrellas, cuyas apariciones o desapariciones podían ser seguidas cuidadosamente gracias a la altura de la construcción»."

Es obvio que la interpretación de Herodoto sobre el hecho de que la Sacerdotisa-astrónoma de Mesopotamia, pasase la noche en una cama junto a una mesa de oro en lo alto de la torre "... para que el dios copulase con la sacerdotisa.", está ya condicionada por los valores dominantes de la sociedad patriarcal machista griega, de su momento histórico, en la que "los varones ejercían el papel preponderante".

Así que Herodoto proyecta sobre la etapa anterior matriarcal de Mesopotamia, la visión desprestigiadora patriarcal, por lo que la Sacerdotisa sólo podría ejercer una conducta estereotipada "adecuada a su sexo" como "copular", pero no observar los astros, ya que en el patriarcado esta función era ya asignada de forma estereotipada a los varones.

[Herodoto en este caso usa de la misma estrategia de descrédito que la usada por los defensores de la religión cristiana, cuando decidieron dominar por el terror en occidente y quisieron imponer, tanto el monoteísmo Divino masculino, como sus exclusivos representantes masculinos: varones Sacerdotes. Entonces, para desacreditar a sus competidoras, importantes y poderosas Sacerdotisas, representantes de las Diosas de religiones ancestrales, adoradas en amplias regiones antes de que fueran cristianas, y para compensar su prestigio y su poder en la sociedad, las depreciaban: "...bajo el aspecto despreciativo de brujas." (Markale: 1989, 185) y les adjudicaban prácticas horribles como "copular con el diablo". Cuando, en realidad, las Sacerdotisas, adoradoras de una Divinidad femenina, celebraban ceremonias y bailes nocturnos alrededor de hogueras en los campos, con la verdadera finalidad de ¡hacer aumentar la temperatura y evitar que la helada destruyese los nuevos brotes, futuros frutos!. Y solo eso era lo que hacían en los ¡desprestigiados Aquelarres del 1 de mayo de "La Noche de Walpurgis" en honor de la Diosa Waldburga / Waldborg!].

Mientras que la afirmación de Diodoro Sículo "en estos templos «los caldeos hacían sus observaciones de las estrellas..." sería una interpretación correcta, pero también machista, dado que la observación de las estrellas, por parte de "los caldeos" implica que considera que eran Sacerdotes varones los que observaban las estrellas mientras las Sacerdotisas "copulaban con el Dios", y elimina por tanto la posibilidad de que las Sacerdotisas fueran también astrónomas, que en lo alto del zigurat pasasen la noche observando las estrellas.

Pero existen pruebas que corroboran que algunas de estas Sacerdotisas aún practicaban la observación de las estrellas en el año 2100 adne, en el Templo Dilmun (considerado el edificio más antiguo del mundo) de la Gran Diosa Madre Ninchursag, de la ciudad Sumeria de Ur / hoy Tell Muqqayyar, situado encima de la última torre del zigurat de ocho torres. Lugar junto al llamado "Palacio de la Sacerdotisa", centro de la vida económica y religiosa en aquel entonces.

De manera que, según múltiples evidencias, serían mujeres desde el Paleolítico, primero como recolectoras y después en el Neolítico como agricultoras y Sacerdotisas, las más arcaicas personas que encontraron y asociaron las constelaciones en determinadas posiciones con fenómenos.

Y estos conocimientos en manos femeninas fueron mantenidos en manos femeninas de forma secreta (el castigo por difundir la doctrina secreta de la religión Mistérica era el descuartizamiento, como se narra le ocurrió a la Sacerdotisa corintia Melisa (Enciclopedia U., Tomo 54, 1988: 454).

Corrobora que lo mantuvieron a lo largo de los siglos, el hecho de que, tanto:

  • Las obras de arte arcaicas.

  • Como las ceremonias religiosas y mágicas celebradas desde la Prehistoria y heredadas por las religiones Mistéricas

  •  Así como los himnos.

  • Y los mitos de principios de época histórica de numerosas regiones distintas.

Reflejan de manera metafórica (formal, funcional, semántica...), tanto:

  • Constelaciones que aparecían sobre el horizonte mirando al norte en precisos días de fiestas (coincidentes o anunciadores).

  • De las diferentes etapas del desarrollo de la vegetación.

  • Rituales inspirados en precisas situaciones estelares que tenían la finalidad de asegurar los fenómenos coincidentes con esas precisas posiciones.

Como pretendemos demostrar con algunos argumentos que corroboran nuestra hipótesis.

 

CONSTELACIONES

Desde la más remota antigüedad las agrupaciones estelares fueron bautizadas con nombres que aluden a figuras: antropozoomorfas / Quiméricas, humanas, animalísticas, vegetales, de fenómenos, o de objetos, o signos geométricos.

Y de manera coincidente son los mismos en muchas civilizaciones muy alejadas entre sí, sin que se crea tuvieran contactos entre las mismas.

A este propósito afirman Menzel y Pasachoff en (1990, 138): "Textos cuneiformes y artefactos procedentes de la civilización del valle del Éufrates sugieren que el león, el toro y el escorpión estaban ya asociados a constelaciones en el año 4000 antes de Cristo. Muchos estudiosos se han visto intrigados por el hecho de que existe cierta semejanza entre los nombres otorgados a las constelaciones por civilizaciones separadas por grandes distancias."

Nuestra hipótesis es que algunas constelaciones fueron bautizadas ya en la Prehistoria, al menos hace 40.000 años. Y con las emigraciones, el conocimiento del nombre de algunas constelaciones fueron extendidos por todo el universo.

Richard Rudgley piensa de forma similar a la nuestra. Él pone el ejemplo de la constelación de Las Pléyadas que ha sido considerada como siete Hermanas por las mitologías de numerosos continentes, incluidas las culturas de Oceanía -que dejaron de tener contacto con el resto y por supuestísimo con las culturas del Mediterráneo esos miles de años-, por lo que deduce que el conocimiento de esta constelación se originó en regiones del viejo mundo en época prehistórica y se propagó al resto del universo. (Ampliamos en nuestra URL: http://es.geocities.com/martincanot/inter.htm).

Y aunque hoy día se piensa que la asociación de cada agrupación estelar: con la figura humana, o animalística, o de fenómeno, o de objeto, o signo geométrico, que la representaba y con que había sido bautizada, era arbitraria, nuestras investigaciones nos hace afirmar de forma rotunda que no es así.

Al estudiar los atributos asociados, así como los mitos heredados y los fenómenos arcaicos coincidentes con determinada posición de cada constelación, hemos observado la existencia de una relación.

  • A veces la relación es formal, y refleja el dibujo que forman las estrellas reunidas, ya sean motivos geométricos, de objeto, o de animal.

  • En otros casos la relación es funcional y el nombre con que se bautizó la constelación se refiere al fenómeno coincidente con una de sus posiciones.

  • O la relación es semántica y el nombre con que se la bautizó es epónimo del animal u objeto con que se la reflejaba simbólicamente.

  • O la denominación es mítica, metafórica y compleja, pero posible de explicar y relacionada con fenómenos coincidentes de los que dependía la vegetación y frutos.

SITUACIONES ESTELARES ASOCIADOS A FENÓMENOS

Nuestra propuesta es que, fue en la Prehistoria, cuando nuestros ancestros, al observar que:

  • Las desapariciones / ocasos por el oeste tras el ocasos del Sol, o las apariciones / ortos por el este, de determinadas constelaciones que ocupaban de forma sincrónica el horizonte mirando al norte (es decir, en cierta situación estelar), en los atardeceres de determinados días del año, eran coincidentes con ciertos fenómenos.

  • O al observar que las apariciones / ortos de constelaciones por el cielo matutino de determinados días del año eran coincidentes con ciertos fenómenos.

Entonces decidieron asociar precisas situaciones vespertinas o matutinas con fenómenos, dada esta simultaneidad, en 22 días de fiesta, en los que se centralizaba los ortos y ocasos de las constelaciones entonces conocidas.

De manera que asociaron precisas situaciones estelares, con precisos fenómenos naturales (que habían observado se presentaban de forma ordenada y cíclica a lo largo del año), como una regla mnemotécnica. Mientras denominaban a las estrellas y a los diferentes grupos estelares de esas precisas situaciones estelares, con figuras de animales, humanas, objetos, geométricos... con nombres no arbitrarios y los asociaban a mitos y a fenómenos que los recordaban de alguna forma.

Con estas asociaciones constelaciones-fenómenos, bastaba mirar al cielo del atardecer y al amanecer, para saber el momento del año en que se encontraban y si estaba cercano el tiempo de la lluvia, o de la sequía, o de la recolección de frutos... Así que las diferentes posiciones de las constelaciones en esos 22 días de fiesta, les anunciaba los diferentes fenómenos meteorológicos cíclicos que se esperaban con bastante probabilidad, y por tanto les servían para prever el clima que se esperaba en cualquier momento.

 

RELIGIÓN AGRÍCOLA

Y a la par también pensaron que las distintas constelaciones estaban animadas por la Madre Naturaleza / Principio femenino / Diosa Madre / Gran Diosa lunar (la única adorada en la Prehistoria), que asumía diferentes personalidades / máscaras al animar las constelaciones y ejercía diferentes funciones / enviaba diferentes fenómenos. Y según las posiciones de las constelaciones los centralizaron en 22 días de fiesta.

Así que la Diosa Madre que (creían) animaba las constelaciones, era la responsable que también enviase los fenómenos que acompañaban en sus 22 posiciones determinadas, y que regulaban el crecimiento de la vegetación a lo largo del año. Lo que dio origen a la más antigua religión matriarcal que inventó la humanidad.

Los fenómenos se fijaron como benéficos o maléficos, deseados en un caso o peligrosos en otro. Por lo que era necesario saber su aparición con antelación para estar preparados y tomar medidas para protegerse de sus efectos indeseados.

A la vez, inspirados en las constelaciones con nombres no arbitrarios y los fenómenos asociados a precisas situaciones centralizadas en 22 determinados días de fiesta, inventaron los rituales de los festivales agrícolas con fundamento astronómico desde la Prehistoria.

El origen estaría en que en sus observaciones meticulosas, habían observado que la aparición de los fenómenos cíclicos (que había asociado de forma estadística a cada uno de esos determinados 22 días de fiesta), no era fiable al 100 %. De forma que para que la Madre Naturaleza no hiciera tonterías y tuviese un comportamiento regular y esperado, inventaron los rituales y sacrificios a celebrar en esos determinados 22 días de fiesta, con los que (creían) la obligarían a que cumpliese con las leyes que había ordenado y enviase los fenómenos de cada situación estelar, según sus previsiones.

Religión matriarcal que puso la base para diferentes formas de religiosidad practicadas por la humanidad. Y tanto las religiones primitivas: animismo, fetichismo como la religión agrícola neolítica, las agrícolas Mistéricas y la agrícola cristiana, son religiones agrícolas que comparten características que corroboran su parentesco. Así narran leyendas de seres (semilla) que mueren y resucitan (vegetación) gracias a la Madre Salvadora que llora (lluvias), y esa es la historia de la agricultura maternal, desde que se siembra hasta que se recogen los frutos alimenticios.

De forma que en principio, exclusivamente la antigua Gran Diosa / la Madre Naturaleza era invocada por sus representantes (exclusivamente mujeres Sacerdotisas), sus personificaciones en la Tierra, para que enviase los fenómenos favorecedores del crecimiento de la vegetación, como alimento básico humano, así como para que los animales susceptibles de ser cazados (herbívoros), engordasen y se multiplicasen.

Con el desarrollo de los panteones, diversificaron cada aspecto de la Madre Naturaleza y lo hicieron personificar por diferentes Heroínas / Diosas o Héroes / Dioses con nombres diferentes, que concretizaban las distintas facetas de la antigua Gran Diosa. Y a la par surgieron los primeros y más antiguos Sacerdotes varones, que en los más arcaicos mitos religiosos, se castraban para representar en la tierra al paredro Divino de la Diosa que sufría la castración al sufrir un accidente, o se autolisiaba / autocastraba / se convertía en eunuco, o era impotente, o sus genitales se los comía un pez... como: Atis, Adonis, Eshmund, Osiris, Combabo, Pwyll, Pelles, El / Elkersunisa, Dumuzi / Duzi, Tammuz...

 

Fundamento de ceremonias: finalidad astronómica

Y éste es el fundamento de las ceremonias celebradas en los días de fiesta desde su "fijación": bailes, cantos de himnos, sacrificios, luchas de Fertilidad y otros ritos: tenían finalidad astronómica.

Con los diferentes ritos pretendían asegurar mágicamente que las constelaciones estuvieran en las diferentes situaciones estelares esperadas en cada uno de esos 22 días festivos. Y con ello propiciar que la Diosa que estaba al frente del mundo, enviase los fenómenos atmosféricos coincidentes, pero que tenían una aparición estadística probable, que marcaban las diferentes etapas del crecimiento de la vegetación. O solicitaban protección contra efectos nocivos.

Un comentario de Donovan en (1988, 37) de los Sacerdotes egipcios (herederos de un saber milenario) corrobora la finalidad astronómica de sus ritos, según nuestra hipótesis: "Sólo los Sacerdotes tenían un conocimiento rudimentario de la astronomía que les decía que cuando el astro estaba en determinada posición en el cielo, venía la época de las crecidas del Nilo, y que en esa época, sus encantamientos mágicos serían eficaces."

Y con igual fin las obras de arte: tanto esculturas llevadas encima o acompañando a los muertos, o los grabados en estelas a la intemperie o los glifos en el suelo, o las pinturas o grabados de abrigos sobre barrancos, en cuevas profundas, tenían finalidad astronómica, con las que se imploraba a la Madre Naturaleza los diferentes fenómenos de los que dependía el crecimiento de la vegetación (y también la salud humana o animal, la resurrección de los muertos, o se le pedían otros favores...).

 

SITUACIONES ESTELARES DE LOS 22 DÍAS DE FIESTA FIJADOS HACE 5.300 AÑOS Y FENÓMENOS COINCIDENTES

Alguna aclaraciones antes de empezar

a) Aclaraciones respecto a fechas y carácter no arbitrario de denominaciones de constelaciones

Hace varios miles de años el *levantamiento heliaco (orto matutino / orto del astro que no difiere en más de una hora del orto del sol) de la estrella Sirio de la constelación Can Mayor / Canícula [llamada así por Horacio, Blánquez, Tomo 1 (1985, 280)] / Perra / Erigoneus Canis [Blánquez, Tomo I (1985, 589)] (conocida actualmente como Perro Mayor, considerada que fue introducida por Tolomeo, pero de la que existe evidencias artísticas muy anteriores), tenía lugar en el solsticio de verano, el día de fiesta del 21 de junio y era coincidente con el fenómeno de la canícula, que pone de manifiesto que el nombre de Can Mayor / Canícula con que fue bautizada en cierto momento, no era arbitrario entonces.

*(El levantamiento de un astro o constelación se refiere al hecho de que surge / se levanta / aparece / sale. Y eso ocurre siempre por el este. También se dice se produce el "orto". Mientras que el ocaso de un astro, se refiere a su puesta / desaparición y eso ocurre siempre por el oeste.

Cuando se dice orto u ocaso heliaco de un astro, se refiere a que su aparición u ocaso, no difieren en más de una hora del correspondiente al sol. Es decir que bien sale / se levanta al amanecer, antes del sol. O bien que se va al ocaso / se pone al atardecer, después del sol).

La idea de la no arbitrariedad del nombre de la constelación Can Mayor / Canícula (ya que se asocia determinada posición de la constelación, con el fenómeno de la canícula / los calores caniculares que hacían acto de presencia cuando hacía su aparición en el solsticio de verano), la vemos corroborada en diferentes fuentes.

Así vinculan su salida heliaca en el solsticio de verano, los enciclopedistas de la Enciclopedia U., Tomo 43 (1988, 1066): "Era estrella de gran importancia en la antigüedad, por coincidir su salida heliaca con el solsticio de verano y anunciar la crecida próxima del Nilo". Y dicen los enciclopedistas de la voz calendario en (1988, 727): "Sotis ó (sic) Sirio, por su salida heliaca que hace algunas decenas de siglos coincidía con el solsticio de verano, indicaba la crecida del Nilo."

También podemos comprobar que el astrónomo Joachim Herrmann (1986, 148) afirma que tenía la estrella Sirio de la constelación Can Mayor / Canícula: "su primera salida, es decir su reaparición como estrella visible en el cielo de la mañana después de su período de invisibilidad, coincidía hace 1000 o 2000 años con los días más calurosos. De ahí proviene el calificativo de «días perros». Sin embargo, debido a la *precesión del eje terrestre, actualmente reaparece Sirio en el cielo matutino a principios de septiembre."

*[Precesión de los equinoccios. Leemos en la voz precesión de la Enciclopedia U., Tomo 46 (1988, 1341): "Denomínase de tal manera un movimiento del polo terrestre, en virtud del cual gira alrededor de la eclíptica dando una vuelta completa en unos 26000 años." (...)

En virtud de este movimiento, los signos zodiacales y las constelaciones se corren relativamente entre sí. Así el equinoccio vernal ó (sic) de primavera que tomó el nombre de la constelación Aries, no se halla ahora en ella, sino en Piscis, constelación que abandonará para entrar en Acuario, etc. Y la estrella polar hoy cercana al polo de la Tierra dejará de serlo cediendo el puesto á (sic) la Wega ó (sic) a Lyrae el año 13600, como á (sic) su vez ocupa ahora el lugar que a Draconis tenía el año 2700 a. de J. C., en la cual los chinos la observaban como estrella polar."]

[O sea que tanto el astrónomo Herrmann como los enciclopedistas de Enciclopedia U., hablan de que en un momento determinado se produjo el orto matutino de Sirio coincidente con el solsticio de verano. Pero el primero le da una antigüedad de "1000 o 2000 años" y los otros consideran que tal evento estelar tenía lugar "hace algunas decenas de siglos". Hoy en noviembre del 2002, que hemos descubierto por fin que tal hecho sólo pudo ocurrir en el año 3300 adne, no comprendemos que en un caso cometían un error y en otro fueran imprecisos.

Para quienes entienden que Herrmann pretende decir que hace 1.000 o 2.000 años el orto matutino de Sirio coincidía con los días más calurosos (y no que era coincidente con el solsticio de verano), tampoco es verdad tal como está expresado. Sólo coincidieron los días más calurosos con el orto de Sirio desde hace 5.300 años y hasta hace 1.765 años, o sea hasta el año 237 dne. Desde que el orto de Sirio se produjo en el solsticio de verano hace 5.300 años en el 21 de junio, hasta que se produjo 50 días después (por lo de 50 días perros que forman la canícula, que es lo que se entiende por los días más calurosos, los días perros, los días caniculares, los 50 perros de la Diosa Artemisa que se comen a Acteón). Y eso se produjo el 12 de agosto del año 237 dne.

Así que tampoco es verdad el que se interprete de forma parcial lo dicho por Herrmann, como que el orto matutino de Sirio "coincidía hace 1000 o 2000 años con los días más calurosos", ya que sólo había coincidido con los días más calurosos desde hace 5.300 años hasta el año 237 dne.

Por lo que lo deducimos que Herrmann quería decir lo que nosotros interpretamos: el orto matutino de Sirio se producía en el solsticio de verano y entonces "coincidía hace 1000 o 2000 años con los días más calurosos". De todas formas está implícito en la cita de Ward Rutherford en (1994, 126) cuando dice, en relación a la Diosa cazadora Artemis que provocó la muerte a Acteón con sus 50 perros: "El «cumpleaños» de artemis y el de su alter ego romana, Diana, era el solsticio de verano y ambas son diosas de la caza." Si era Diosa de la caza y su 50 perros se comían a Acteón y su cumpleaños era en el solsticio de verano, y ella personifica la estrella abrasadora Sirio de la constelación Can Mayor / Canícula, pues está concretizando que su "nacimiento" (celebrado en su cumpleaños) tenía lugar el 21 de junio, cuando se dio el solsticio de verano (y esa coincidencia sólo se dio en el año 5.300 adne).

¿Qué razón existía para que Herrmann no se molestase en comprobar que lo decía era falso, tanto interpretado como que se diese el orto matutino de Sirio en el solsticio de verano hace 1.000 o 2.000 años. Como que coincidiese hace 1.000 o 2.000 años los días más calurosos con el orto matutino de Sirio?. No lo sabemos. ¿Y por qué razón los enciclopedistas decidieron ser imprecisos al decir "algunas decenas de años".

Pero hay algo incuestionable: si algunos les hubieran encontrado la trascendencia que tiene el dato: "hace 5.300 años el orto de Sirio de la constelación Canícula, se producía en el solsticio de verano, coincidiendo con la canícula", no hubieran mostrado imprecisión, ni hubieran cometido errores. Pero es obvio que ni los enciclopedistas ni Herrmann entendieron qué se podía sacar en conclusión de ello. Nosotros hemos visto que este hecho no es intranscendente, sino que pone de manifiesto la no arbitrariedad de muchos nombres de constelaciones. De forma que se da un vuelco a la concepción tradicional: no fueron bautizadas al azar, sino porque, cuando fueron bautizadas, se inspiraron en los fenómenos meteorológicos coincidentes con cierta posición de la constelación.]

Es decir que hace más de 5 mil años era simultánea el orto de la estrella Sirio de la constelación Canícula en el solsticio de verano, con el fenómeno de la canícula / el tiempo de perros / el tiempo en que hacía acto de presencia ciertas enfermedades debidas al calor y sincrónico con la destrucción de la vegetación y los frutos (concretizado en el mito de la muerte de Acteón, personificación de la vegetación), que se abrasaba con la llegada del calor.

Asimismo lo aseguran los enciclopedistas del Tomo 2 (1988, 511) cuando manifiestan: "Es probable que Acteón representara en la mitología el emblema de la naturaleza marchita en la época canicular, y los 50 perros los cincuenta días de la canícula."

También lo ratifica Ward Rutherford en (1994, 126) cuando dice, en relación a la Diosa cazadora Artemis que provocó la muerte a Acteón con sus 50 perros: "El «cumpleaños» de artemis y el de su alter ego romana, Diana, era el solsticio de verano y ambas son diosas de la caza." Y más adelante los enciclopedistas explicitan: "El nombre canis de la constelación fué (sic) el origen de la voz canícula para designar los ardores del verano."

Todas estas explicaciones fortalecen nuestra hipótesis que considera que existe una vinculación entre el nombre de algunas constelaciones, con los fenómenos coincidentes con cierta posición cuando fueron bautizadas. O sea que al menos no existió arbitrariedad en el nombre de esta constelación Can Mayor / Canícula cuando se decidió llamarla así, porque su orto matutino estaba asociada al fenómeno que indica metafóricamente y semánticamente aún hoy día, la expresión tiempo de "perros" / "canícula".

 

Podemos comprobar en el Planisferio de AYALA [Por cierto el planisferio fue inventado por la griega Hipatia, nacida en Alejandría el siglo IV dne. De ella leemos en GREENMAN_92553 (2003): Victimas de la Fe Cristiana. http://www.angelfire.com/ar3/cristianismo/victimas/paganos.html : "... diseñó el astrolabio plano e inventó aparatos como el idómetro, el destilador de agua y el planisferio."] que tal hecho arcaico MATUTINO quedaría marcado a las 8 de la mañana del 21 de junio del Planisferio y que corresponde a la situación estelar del orto de Sirio que estaría señalado en el Planisferio para un 5 de septiembre actual a las 3 de la mañana (75 días = 5 horas). Si hacemos unas marcas en tales horas del disco giratorio del Planisferio, podremos ver otros hechos matutinos de forma centralizada para diferentes días del calendario.

[Hemos elegido 75 días de desfase entre la fecha en que se produjo el evento estelar del orto heliaco de la estrella Sirio de la constelación Can Mayor, dado que Sirio aparecía hace miles de años el 21 de junio: "..., por coincidir su salida heliaca con el solsticio de verano..." (Enciclopedia U., Tomo 43: 1988, 1067) y el del orto heliaco de hoy día el 5 de septiembre, basándonos en las afirmaciones de dos fuentes, que dicen que se produce (y entendemos que ocurre para latitudes comprendidas entre 30º y 50º), uno en septiembre y otro en agosto. Afirma Herrmann en (1990, 148): "Sin embargo, debido a la precesión del eje terrestre, actualmente Sirio reaparece en el cielo matutino a principios de septiembre." Y los enciclopedistas del Tomo 43 (1988, 1067) consideran que: "hoy Sirio tiene su salida heliaca (antes del Sol) después del solsticio de verano hacia fin de Agosto."

Si contamos desde el 21 de junio a final de agosto, hay 71 días de desfase entre las fechas en que se produce el mismo evento estelar separado varios milenios. Y si contamos hasta primeros de septiembre, podíamos sumarles otros días más, y resultaría 75 días de desfase. Dado que al hacer la correspondencia entre las situaciones estelares de días festivos de hace varios milenios y las actuales, y al hacer varias comprobaciones, las fechas que nos resultaban más conocidas, -ya que son las conservadas por el calendario cristiano festivo-, eran las que estaban desfasadas 75 días en vez de 71, elegimos 75 días de desfase entre las fechas en que ocurrían los acontecimientos estelares de hace varios milenios y los actuales, en vez de 71.

Esta correspondencia: levantamiento heliaco de Sirio en el solsticio de verano, el 21 de junio de hace varios miles de años que hacemos corresponder con lo que vendría indicado hoy a las 3 de la mañana de 5 de septiembre en nuestro Planisferio de Ayala, es el pivote sobre el que gira nuestro trabajo. Se nos dirá que en realidad, el sol surge el 5 de septiembre actual (del año 2002), alrededor de las 6 de la mañana para una latitud de 40 grados. Pero le hemos dado el valor horario de las 3 porque es el que corresponde a ese día en el Planisferio de Ayala. Imaginamos que debe de haber incongruencias respecto a lo que se observa en el Planisferio de Ayala y otros sistemas más sofisticados, por diversas razones. En el Planisferio de Ayala las horas están marcadas, resultado de dividir el borde externo en 24 sectores iguales y pretende señalar la hora solar. Mientras que en otros sistemas de observación celeste más sofisticados, usan el horario oficial, que está desfasado 2 o 3 horas respecto al solar, diferente en invierno o en verano. Lo importante es que la marca en las 3 horas en nuestro Planisferio de Ayala, nos indica de forma centralizada los ortos heliacos de diferentes astros o constelaciones para hoy día (orto del astro que se produce casi una hora antes que la salida del sol), independientemente de que la hora oficial de salida del sol sea las 5 o las 6 de la mañana, dependiente de la latitud y de la estación del año: diferente en invierno del verano).

De forma que si existen disonancias horarias entre diferentes sistemas de observación. Y si en nuestro Planisferio el orto heliaco de Sirio, anunciando el solsticio de verano hace varios miles de años, viene marcado a las 8 de la mañana, en vez de a la hora que le debería corresponder antes de la salida del sol de hace varios miles de años, pone de relieve que las incongruencias que aparecen, no son tales, sólo que está construido para el horario solar el siglo XX.

También queremos explicar el porqué, si algunos pretenden mirar con un sistema de observación astronómico sofisticado, la situación estelar del 21 de junio para hace 2 o 3 miles de años, cuando nuestras fuentes afirman que se producía el orto helíaco de Sirio en el solsticio de verano, coincidente con la canícula, encontrarán que no se cumple lo esperado. El problema es que no sabíamos exactamente cuántos miles de años hace que ocurrió tal hecho (y que nosotros habíamos "cuantificado" como un desfase de 75 días entre ambos eventos astronómicos), ya que las fuentes son imprecisas y no se habían molestado en aplicar una sencilla regla de tres basados en la precesión. En noviembre de 2002 ya sabemos que ese acontecimiento estelar tuvo lugar en el año 3300 adne (ampliamos más adelante).

Otro error estaría en considerar que entre la fecha del 21 de junio de hace 2 o 3 miles de años, y la fecha del 21 de junio actual, han pasado nº de milenios x 1000 x 365 días. Y eso no es cierto por ejemplo, si ese 21 de junio corresponde al del calendario de Mesopotamia, cuando estaba vigente el calendario zodiacal y se partía de un año de 360 días. Entonces el calendario no estaba ajustado con las estaciones, según de De Hita en (1999): "El primitivo calendario babilónico fue del tipo lunar. Al principio, el año babilónico estaba constituido por 12 meses de 30 días, es decir, que tenía casi 5 días y 1/4 menos. Al cabo de algunos años, el «mes de arar», por ejemplo, no se ajustaba a tal faena agrícola. Posteriormente se acortaron algunos meses para acomodar más exactamente el calendario a la aparición regular de la Luna nueva. Esta medida desajustó aún más el calendario con las estaciones. Los babilonios resolvieron posteriormente esta dificultad intercalando un nuevo mes de acuerdo con un ciclo determinado."

Si ese 21 de junio correspondía al calendario de hace unos 3 milenios, cuando estaba vigente el calendario romano primitivo, también induciría a error. De él afirma De Hita en (1999): "El original calendario romano, introducido hacia el siglo VII a.C., tenía 10 meses con 304 días en un año que comenzaba en Marzo."...

"El calendario que los romanos utilizaban en los primeros tiempos era un calendario lunisolar parecido al empleado por los griegos. A partir de la modificación efectuada durante el reinado de Numa Pompilio, el año romano estaba compuesto de 12 meses lunares, algunos de cuyos nombres se emplean todavía: Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, September, October, November, December, Ianuarius y Februarius."

Y si ese 21 de junio correspondía al calendario juliano, hace 2 milenios, tampoco verían que el evento estelar del orto heliaco de Sirio se producía en esa fecha concreta. Este calendario, en palabras De Hita en (1999): "Julio César estableció este nuevo calendario, que entró en vigor el 1 de enero del año 45 a. de J.C., un año antes de morir asesinado."

Así que difícilmente, los que pretendan mirar un sofisticado planisferio para la fecha del 21 de junio de hace varios miles de años, encontrarán que se cumple el orto heliaco de Sirio, ya que entonces no tendrían en cuenta los añadidos de meses por los autores de calendarios posteriores, para corregir los retrasos acumulados del calendario romano primitivo y ajustarlos al año trópico. Si quieren saber qué día correspondía en realidad, tendrán que hacerlo al revés: primero buscar el hecho astronómico y ver qué día ocurría en realidad.

Pero en nuestro trabajo no nos interesaba tanto saber exactamente qué día ocurría el orto heliaco de Sirio de Can Mayor / Canícula hace 2 o 3 mil años, sino que la trascendencia estaba en la constatación de que cuando fue denominada así, no fue con carácter arbitrario, ya que entonces era coincidente con el fenómeno meteorológico al que alude semánticamente la expresión la canícula / el tiempo de perros. De lo que se deduce que el nombre de la constelación estaba relacionado con el fenómeno coincidente con una de sus posiciones.

(El 31 de octubre del 2002, gracias a las reflexiones de R. (2002e) nos hemos dado cuenta de que el milenio en que tendrían que haber ocurrido los diferentes eventos astronómicos, con un desfase de 75 días respecto a los actuales, debió ser en el IV milenio adne (año 3300 adne). Por lo que hace 5.300 años tuvo que haber sido "bautizada" la constelación Canícula, según la información que recogen los enciclopedistas del Tomo 2 (1988, 511). Porque sólo entonces, en el solsticio de verano, el 21 de junio, era coincidente el orto heliaco de Sirio de la constelación Canícula, con el fenómeno al que hace alusión el nombre: la canícula / el tiempo de perros / los ardores del verano. Ampliamos en nuestra aclaración d)].

El orto de Can Mayor / situación estelar VESPERTINA estaría señalado a las 20,30 horas del actual 5 de diciembre y quedaría marcado a la 1,30 del 21 de septiembre arcaico (75 días = 5 horas). Si hacemos también otras marcas en tales horas en el disco giratorio del Planisferio, podremos ver otros hechos vespertinos de forma centralizada para otros días del calendario.

Teniendo fijadas en el disco giratorio del Planisferio de Ayala, las horas para cualquier situación estelar vespertina: la actual y la de hace más de 2.000 años, podemos saber la fecha en que ocurría la situación estelar vespertina del orto de la estrella Espiga de la constelación Virgo: hoy tiene lugar a las 20,30 del 10 de marzo actual y ocurría tal hecho a la 1,30 del 25 de diciembre arcaico.

Curiosamente el 25 de diciembre era la fecha en la que en diferentes regiones con religiones Mistéricas agrícolas, de principios de época histórica, se conmemoraba una fiesta que encerraba una metáfora agrícola: el nacimiento de un bebé de Madre Virgen, coincidente con la fiesta de la Recolección en la segunda época agrícola, cuando tenía lugar la recolección de espigas de cereales y la vendimia. Dado que ese atardecer se producía el orto vespertino de las estrellas Espiga y Vendimiadora de la constelación Virgo, mostraría que los nombres con que fueron bautizados las estrellas Espiga y Vendimiadora en su momento, tampoco fue con carácter arbitrario, ya que los mismos aluden semánticamente a la tarea que anunciaba en época arcaica su orto vespertino: la recolección de espigas y la vendimia. Y que eran conmemorados en las fiestas del 25 de diciembre, cuando la Diosa Virgen daba a luz a sus hijos, metáfora de la nueva cosecha de mieses y frutos = las estrellas Espiga o Vendimiadora.

 

En este día de fiesta arcaico: 25 de diciembre, se evidencia también lo que hemos visto para el 21 de junio: ciertas posiciones de estrellas y de constelaciones, anunciaban fenómenos con los que el estaban vinculados semánticamente y relacionados con la historia de la agricultura: muestras de que los nombres con que fueron bautizados, fueron elegidos por su asociación con los fenómenos coincidentes en determinada fecha de hace 5.300 años, no fue de forma arbitraria, como se afirma en algunos libros de divulgación astronómica.

 

b) Aclaraciones respecto a disonancias de constelaciones sincrónicas en la misma situación estelar

A veces hacemos afirmaciones en nuestra exposición del tipo: en el atardecer de determinado día de fiesta, aparecían al unísono sobre el horizonte mirando al norte, diferentes constelaciones en la misma situación estelar: unas yéndose al ocaso por el oeste y otras surgiendo por el este. El hecho de dar valores sincrónicos a constelaciones en situaciones estelares arcaicas, que hoy día no lo están, se basa en que nos avala el análisis de numerosas obras de arte que las representan al unísono. Sin embargo al observar diversos sistemas de observación astronómica actuales, no aparecen esas constelaciones en idéntica situación estelar.

Pero pensamos que si los artistas que realizaron las obras de arte, las reflejaron al unísono, deben de existir razones para ello. Y efectivamente existe una razón importantísima: la precesión. Hoy algo se ha modificado en la posición del planeta Tierra, por lo que ya no se ve lo mismo que hace miles de años. Y así sabemos que la estrella inmóvil alrededor de la cual parecía girar el firmamento no siempre ha sido la actual estrella Polar. Hace unos 5.000 años la estrella Polar era la estrella alfa de la constelación Dragón. En palabras de Cruz en (1990, 49): "Alfa era ya conocida por los árabes con el nombre de Thuban, "el dragón", de donde toma nombre toda la constelación. En el segundo milenio a. de C., cuando los marinos fenicios colonizaron las costas mediterráneas, la Polar de entonces era esta estrella. Su mínima distancia angular al Polo -sólo diez minutos- se dió (sic) en el año 2.830 a. de C."

De forma que si nuestros ancestros reflejaron de forma sincrónica, constelaciones en la misma situación estelar que hoy no aparecen al unísono en sistemas de observación astronómica actuales, se deben a la precesión: cuando los artistas arcaicos las reflejaban, estaban viéndolas en igual situación estelar.

Por ejemplo al mirar en el Planisferio de Ayala, no aparece coincidente con el orto vespertino de Flecha, el ocaso de Híadas. Pero dado la gran cantidad de ejemplos artísticos que lo ejemplifican de forma sincrónica, le hemos dado la misma fecha para la tal situación estelar vespertina sincrónica.

También hemos dado las mismas fechas para las posiciones de determinadas constelaciones, porque existen astrónomos que así lo afirman. Por ejemplo en la fecha en que se producía el evento estelar del ocaso vespertino de Híadas, también estaba "fijado de forma sincrónica" el ocaso de Orión, en coincidencia con el orto de la constelación Flecha y el orto de la constelación Escorpio. Sin embargo en nuestro Planisferio de Ayala esa sincronía no es exacta. Pero dado que incluso así lo aseguran algunos astrónomos, así lo hemos fijado para época arcaica. Afirman Ridpath y Tirion (1986,190): "En una leyenda el jactancioso Orión es picado por un escorpión que le produce la muerte, y ahora se sitúa en el firmamento de modo que desaparece en tanto emerge la constelación Scorpius." Por lo que tal afirmación corroboraría el hecho de que el orto de Escorpio era simultáneo con el ocaso de Orión hace varios miles de años. Y a la vez pone de manifiesto que el verdadero origen del mito de la muerte de Orión a causa de Artemisa (y generalizando: el de muchos mitos), tenía una razón astronómica.

Por lo que las disonancias entre hechos astronómicos arcaicos y actuales es perfectamente compatible con la precesión. Y también sería compatible aún con otra explicación: posiblemente cuando "fijaron" fechas con determinadas situaciones estelares mirando al norte, veían el cielo norte desde una región situada más al norte de Europa, diferente a la del Planisferio de Ayala, que tiene fijo el horizonte en 40 grados latitud norte. Si fijaron las constelaciones para las diferentes situaciones estelares del horizonte norte de cada uno de los 22 días de fiesta, en una región con una latitud a 50º, habrían tenido la posibilidad de ver otras constelaciones y estrellas que a 40º permanecían invisibles bajo el horizonte. (Hoy, 31 / 10 / 02, hemos deducido que podría haber sido fijado en Mesopotamia, situada a 35º de latitud y aproximadamente en el año 3300 adne).

 

c) Aclaraciones respecto a algunas incorrecciones que introducimos voluntariamente

Las obras de arte que aparecen en nuestros artículos, la conectamos a determinadas situaciones estelares y correspondientes a determinados días de fiestas, de las 22 fechas posibles, de las fijadas hace 5.300 años. En ellas introducimos una incorrección, por dificultades expresivas, por comodidad y para conseguir recordar cada una de las fechas importantes del calendario prehistórico y su correspondiente situación estelar.

De forma que cuando decimos que dos obras representan, por ejemplo el 14 de febrero, pero una fue realizada hace 18 milenios y otra hace 5 milenios, no somos precisas al decir que ambas reflejan el 14 de febrero. Deberíamos decir: "reflejan el día de fiesta que coincidía con la que tenía la misma situación estelar correspondiente el atardecer del 14 de febrero de hace 5 milenios". O sea que era día de fiesta el día en que Híadas se iba al ocaso al atardecer, fijado hace 5 milenios en el 14 de febrero. (En realidad, en este caso, ambas escenas estarían separadas entre sí seis meses. Y mientras la de hace 18.000 años reflejaría el evento estelar vespertino de Híadas yéndose al ocaso el 15 de agosto, al final del verano y antes del otoño, la obra de arte de hace 5.300 años reflejaría el evento estelar vespertino de Híadas yéndose al ocaso al final del invierno y antes de la primavera: el 14 de febrero. Hoy el mismo hecho astronómico de Híadas yéndose al ocaso tiene lugar el atardecer del 1 de mayo).Pero cometemos la imprecisión de considerar que ambas correspondían al 14 de febrero como recurso expositivo, porque aclararlo no nos añade nada a nuestra exposición y porque nuestro interés no es saber la fecha que tendría la situación estelar de Híadas yéndose al ocaso al atardecer de hace 18.000 años o 5.000, sino el hecho de que se mantuvo la fiesta durante miles de años cuando se producía tal situación estelar y se reflejaba en obras de arte.

Obviamente lo que tratamos de mostrar es nuestra hipótesis de que se mantenían desde la Prehistoria, situaciones estelares reflejadas en obras de arte y con motivos que aludían a constelaciones que aparecían de forma sincrónica en determinadas situaciones estelares de cualquiera de los 22 días de fiesta.

22 días de fiesta, con fechas como el: 14 de febrero, 15 de agosto, 24 de junio, 25 de diciembre, 1 de mayo, 1 de noviembre, 5 de enero... que curiosamente son las mismas fechas que coinciden generalmente con las de los días de fiesta del calendario cristiano. Pero las situaciones estelares de las fechas de los días de fiesta heredadas por la religión cristiana, están desfasadas dos meses y medio respecto a las situaciones estelares que tenían lugar hace 5.300 años cuando fueron fijadas.

Y este hecho trascendental es el que nos llevó al descubrimiento de que las diferentes situaciones estelares eran las que marcaban los días de fiesta desde la Prehistoria, teniendo como razón de su elección precisamente el que era entonces cuando "centralizaron" los diferentes hechos astronómicos señalados.

Lo que corroboraría que las fechas de las fiestas cristianas, que se celebran generalmente en las mismas fechas en que se celebraban las fiestas paganas a las que sustituyen, cuando coincidían con precisas situaciones de las constelaciones en el cielo, tienen su origen en las fechas de los días de fiesta prehistóricas. Pero dado que se celebran dos meses y medio después respecto de los hechos astronómicos que tenían lugar entonces, mostrarían al conservar las fechas de celebración, el desconocimiento de los mitólogos cristianos de su coincidencia con señalados hechos astronómicos y su relación con la historia de la agricultura, cuando tenían finalidad agrícola.

Por ejemplo: en el mito cristiano se narra que la Virgen María, tras concebir a Jesús de manera virginal [Mateo (1, 18)], dio nacimiento a su hijo Jesús. Y la iglesia cristiana, pretende celebrar su concepción como si fuese un ser real nueve meses antes de su nacimiento, que celebra en la fiesta del 25 de diciembre actual (cuando ya no se produce el orto vespertino de las estrellas Espiga y Vendimiadora de la constelación Virgo, que era la situación astronómica del día de fiesta en que se conmemoraba hace miles de años y anunciaba la recolección de espigas y vendimia). Pero el nacimiento de Jesús es una metáfora religiosa que relata la culminación de la historia de la agricultura, en el que Jesús, al igual que Mitra, Buda, Horus, Carpo, Sida (granada), Misa y Libera (uva)... protagonistas de otras religiones "paganas" = "agrícolas", nace de una Madre Virgen un 25 de diciembre, igual que las figuras similares simbólicas. Todos los bebés, protagonistas de las otras religiones "paganas" = "agrícolas", se identifican con el "fruto del vientre virginal" de la Virgen / de la Diosa, tras haber sido semilla que por fin se convertían en fruto.

De manera que, a pesar de la pretensión de los mitólogos cristianos que nos quieren hacer creer que el nacimiento de Jesús es real y corresponde a un hecho cronológico, lo único que hacen es una manipulación de la narración metafórica en la que se basan y toman en sentido literal lo que no es más que un mito, similar al de las religiones precedentes: es la culminación de la historia de la agricultura. Su nacimiento imita el de otros seres que nacían en la época en que se recolectaban los frutos de invierno.

Por lo que el origen de esta fiesta y la elección de la fecha de celebración, así como otras fiestas cristianas, son herederas de mitos y fechas festivas paganas, a las que se les ha dado una envoltura con la doctrina cristiana, y celebradas además desfasadas dos meses y medio después de los hechos astronómicos con que eran anunciadas en época arcaica: conservan los días de fiesta prehistóricas, pero no los hechos astronómicos en que se fundamentaban.

Asimismo los rituales de las fiestas cristianas, son herederas de las paganas. Y se evidencia porque cobran plenamente sentido al analizarlos bajo el punto de vista de que se inspiraban en las constelaciones de las situaciones estelares de las fechas en que se celebraban, muestras de que nacieron inspirados en relatos de la mitología arcaica y en precisos hechos astronómicos.

Así que la causa de que seamos imprecisos al adjudicar a dos obras de arte no sincrónicas, la misma fecha a la situación estelar a la que aluden, pero separadas en el tiempo varios milenios, es con el objeto de explicitar que las fechas de los días festivos prehistóricas, han sido heredadas por el cristianismo, que celebran fiestas en fechas similares (a pesar de que ya no anuncian iguales situaciones estelares). Y que el origen de la elección de estas fechas, estuvo en que era entonces cuando se producían de forma centralizada precisas situaciones estelares de las constelaciones.

 

Sigue: 2ª parte