Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan
Habla María Magdalena
Hijas de la Luz, hijas del Corazón, mis hijas del Grial.
Me han abierto para ver partes de mí que viven en lo profundo de ustedes, partes de mí misma que yo también necesito sanar. Porque incluso en la luz de la Luz hay mucho que sigue evolucionando. Les agradezco que reflejen mi corazón mientras pasan por sus propias aperturas personales. Ustedes son hijas del Sol/ del Hijo. Son hijas de las Codificaciones Sagradas. En su interior contienen un mensaje que la Tierra debe escuchar… Un mensaje que está codificado con letras sagradas en el funcionamiento interno de su humanidad. Un mensaje que sólo ustedes pueden leer de adentro hacia fuera. Les pido ahora, hermosas hijas del Grial, que se imaginen de pie en medio de un templo donde alguna vez formaron parte de la orden de la Magdalena.
La Magdalena fue una Orden del sagrado femenino. Imaginen ahora que están de pie como las hermosas diosas jóvenes, divinas, que son. Su cuerpo físico es un templo luminoso. Permanezcan en el centro y miren las paredes de su templo interior. Hay jeroglíficos y escrituras sagradas ocultas en los nichos e inserciones de la tierra. Imagínense que acuden hacia un lugar en su interior que contiene el texto sagrado codificado. En su mente y pensamiento, coloquen sus manos y su tercer ojo sobre el texto sagrado que vive en los muros. Ahora lleven su corazón hacia él, dejen que su corazón lata con él. Es el latido de su corazón el que despertará las verdades inherentes en su interior. Al igual que los templos sagrados alrededor de su mundo, hay documentación de quién y qué vino antes, de quienes vinieron de las estrellas y otros espacios en el tiempo. En su texto bíblico se refieren a su cuerpo como un templo.
Ustedes han olvidado que su cuerpo es un cuarto de luz hecha física, una habitación que contiene recuerdos sagrados, un lugar en el que guardan los tesoros de la verdad. Cada vez que tuvieron que ocultar y mantener secreto algo que era antiguo, lo colocaron en su carne. Integraron físicamente las codificaciones sagradas a algún nivel. Algunas de ustedes colocaron las cenizas de los rollos sagrados en aceite y las frotaron sobre sus puntos de energía. Hasta el aroma de ese tiempo, que se encuentra en algunos aceites esenciales, trae los recuerdos al presente. Esta orden de la Magdalena está codificada dentro de ustedes. En esta encarnación ustedes eligieron recuerdos del ADN de sus padres, de lugares por los que anduvieron, lugares que visitaron, textos que leyeron, etc.; para poder acumular y activar este conocimiento antiguo. Ahora respiren profundamente, inhalen lo que es Magdalena para ustedes. Inhalen su fe en mí. Inhalen el profundo amor que una vez tuvieron la una por la otra. Inhalen las verdades antiguas que recitamos juntas. Todo esto está disponible para ustedes, hijas del Grial, hijas de la Luz. En los próximos años experimentarán una codificación sagrada. Quizá llegue en un sueño, por medio de un libro, quizá por un tatuaje, pero ella las busca tanto como ustedes la buscan a ella. Nunca olvidó cómo huelen ustedes. Nunca olvidó cómo se ven. Nunca olvidó el sonido de su voz. Porque lo único que ha permanecido igual encarnación tras encarnación ha sido la vibración dentro de su voz. Esa es la razón por la que a veces a algunas personas les repele su voz y a veces otros son hipnotizados por su voz, porque siempre ha sido su tarjeta de presentación, su firma energética, y su sonido activador. No dejen que nada las detenga mientras su corazón avanza recordando de adentro hacia fuera. Vayan todos los días a ese templo de luz interior y siéntense y observen. Cuando visiten esas tierras del pensamiento antiguo, estaré ahí de una u otra forma.